Page 310 - Todo César: Panorama de vida y obra
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la dirección y anhelos de esas fuerzas ideológicas. La ideología revolucionaria y revolucionaria y de sólidos ideales morales, un nuevo estilo orgánico con el
de nuestro tiempo la sustenta, por razón histórica, la clase trabajadora, las hombre y con una realidad social. Adviene como expresión de una concepción
grandes masas populares, y seguramente no expresan a esa clase, a esas masas, nueva del mundo. Dentro de ese estilo vive y marcha la presencia de las gran-
aquellos que, sujetos a la misma angustia decadentista del régimen que pasa, des masas. Gorki, en Rusia, fue uno de sus anunciadores. Orozco, Siqueiros y
se convierten en modas artísticas segregadas de todo contenido humano y Rivera lo alzan en América como una tempestad purificadora. Vera Mújina
social, de toda realidad típica, y los cuales principalmente sirven a los intereses lo eleva y conduce en la URSS, plena ya de triunfal optimismo. ¿Quién no
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minoritarios. Seguramente no expresan a los pueblos y sus vanguardias quie- conoce la estatua del Coljos y la coljosiana [sic] ? Es ya un símbolo de lo que
nes producen un arte que los trabajadores y las grandes masas no entienden, anuncia el realismo socialista. La exaltación vital y armoniosa en el arte de la
por cuanto no expresa sus intereses e ideales. Antes, por el contrario, se colocan realidad típica de un pueblo que, provisto de una ideología científica y de una
contra la revolución y contra las ideas de vanguardia de las grandes mayorías moral verdaderamente humana, se lanza a construir un mundo mejor. Es el
cuando realizan un arte que solo sirve, gusta y es accesible a la minoría privile- realismo que vendrá enriquecido por todas las vivencias del espíritu humano
giada. Por eso mueve a sonrisas cuando se oye hablar con euforia –aun a inte- cuando todos los hombres sean un solo y fraternal corazón. Ese realismo está
lectuales que se dicen combatientes por la causa de los pueblos– del contenido en marcha. La estatua de Vera Mújina lo ha anunciado, lo alienta un poderoso
ideológico-revolucionario del abstraccionismo y de los otros ismos, incluyendo estilo hijo de ideas e ideales que tienen conciencia del presente y optimismo
el “revolucionarísimo” casualismo. Lo cierto es que, en el fondo de ese “revo- en el futuro. Ese realismo tiene caminos hacia todos los horizontes. Y los tiene
lucionarismo” entre comillas tan vivamente pregonado, palpita la reacción. Él porque se apoya en realidades económicas, sociales, políticas e ideológicas.
solo cubre un cuerpo social desahuciado.
No son pocos los artistas adscritos a esas tendencias que quieren justificar S/f.
lo que hacen bajo una actitud de total liberación, acogiéndose al credo filosó-
fico existencialista según el cual la razón de existir justifica las mayores desvia-
ciones morales y mentales. Entonces, al lado de la abstracción marcha aquella
literatura plena de podredumbres sociales, donde las anormalidades sexuales,
el crimen y la soledad tratan de ser justificados mediante el arte o la actitud
comprensiva con una sociedad que es la culpable, mientras que el artista se lava
las manos. La rebeldía, pues, tras tantos malabarismos filosóficos se torna en
sumisión, sumisión total a un estado de cosas reaccionario. Es ahí en donde para
la dinamita revolucionaria de los abstraccionistas y existencialistas.
La ideología socialista y el estilo. El realismo
Tenemos, pues, cómo la ausencia de una ideología orgánica y de ideales,
como consecuencia de la crisis actual del régimen imperante, e incapaz de ir
adelante dentro de sus medios y métodos de producción, ha determinado la
crisis en el estilo, su disolución y la aparición a la vez de tendencias y moda -
lidades diversas –bajo la única unidad de fuga o falsificación de la realidad–.
Empero, junto a todas esas expresiones y formas sociales que huyen al pasado,
adviene con las jóvenes fuerzas sociales, provistas de una ideología científica 2 Estatua Obrero y la koljosiana, de Vera Mújina, de 1937. (n. de la E.).