Page 309 - Todo César: Panorama de vida y obra
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308 Selección de ensayos y artículos
adviene más como moda que como sustancia estilística. El Neoclásico no es un unidad, de contenido ético y de ideología ascendente. El estilo había perdido
estilo. Reacción severa contra el Rococó, no alcanza a expresar el contenido revo- sus esencias. El arte se transformó, mediante la angustiosa soledad del hombre,
lucionario de la clase burguesa, sus principales sustancias ideológicas, sino el en tentativas formales por encontrar o alcanzar una expresión pura individual.
aspecto donde estas reflejan con falsa ampulosidad rasgos demagógicos de las Los fauvistas, al pretender regresar a las formas organizadas, sin responder ellos
luchas políticas romanas. Por eso ni David, ni Ingres, ni Gérard dejan escuela a un ideal orgánico, desembocan solos en la aridez lineal. Los arquitectos, forza-
perdurable: son puentes que abren las rutas para el Romanticismo y, con este, dos por el maquinismo y las concentraciones fabriles, llegan a lo exclusivamente
para la desarticulación generalizada del estilo. funcional, donde alternan los espacios desolados con las cavidades cuadradas
que miden y fijan precios al aire. Las condiciones están maduras para el floreci-
El drama de nuestro tiempo y el estilo en crisis miento de los sucesivos ismos: el drama del arte y los artistas contemporáneos.
Alguien, creo que Wladimir Waidlé, ha dicho que el Romanticismo no es un La crisis económica y social de la época determina la crisis y desintegración del
estilo sino el fin de este. Nada más cierto. Al Romanticismo no lo nutre una ideo- estilo. La estandarización del arte bajo modas y tendencias lo convierte cada
logía determinada ni lo sustenta un ideal preciso, era solo una actitud de fuga vez más y más en producto de civilización que de cultura, sustrayéndolo de ser
hacia lo sentimental como reacción, precisamente, contra el medio burgués. expresión de conciencia social, para exponerlo como producto de desolaciones
Era el desprecio del sueño metalizado, práctico, exclusivamente mercantil de la y dramas íntimos, lo que refleja directamente la ruina de una sociedad y el
clase entronizada en el poder. Es el Romanticismo una actitud de rebeldía que naufragio del hombre. Esa ausencia de ideología orgánica en el arte, de ideales
se resuelve negativamente mediante el enclaustramiento en la torre de cristal morales, al desnudarlo de estilo, también lo ha privado de su contenido real,
de un amor imposible, de un algo imposible. El Romanticismo es una actitud alejándolo de toda savia terrena, humana. Sus vértebras sustanciales han sido
en retroceso, y refleja el alto y la declinación inicial de una clase. Es una acti- sustituidas por mistificaciones hijas del idealismo filosófico, o por actitudes
tud de derrota intelectual, de evasión a la realidad y a la lucha. Ya no habrá que se confunden con la contemplación religiosa. O, también, por el predomi-
integridad en el estilo como no sea la de su misma dispersión. Precisamente, nio de lo subconsciente sobre el mundo de la conciencia, para radicar en aquel
es la época en que los medios de producción capitalistas van generando sus la fuente de las abstracciones. Igualmente se pretende hacer ver que esa ausen-
propias contradicciones. Las máquinas comienzan a desplazar a los hombres cia de sentido real en la obra de arte, de ideología y de ideal, no es otra cosa
del trabajo y generan la iniciación del desempleo. El exceso de producción en que el encuentro con la “verdadera” libertad individual, la afirmación exacta
determinados renglones obliga a destruir lo producido para sostener precios. de la individualidad. Pero la verdad es que todo eso no refleja sino la descom-
La lucha entre capital y trabajo se acentúa. La confianza de las masas y los inte- posición económica y la crisis de un régimen sin futuro, y cuya ideología,
lectuales en el régimen se derrumba. Los primeros, buscando salvarse de la próxima a extinguirse, se ha transformado en reaccionaria. Corrientemente,
enfermedad romántica, se revelan también contra dicha tendencia e inician y aprovechando las falsas conciencias de clase que provocan en los intelectua-
el sálvese quien pueda en busca de metas particulares donde puedan estar la les, principalmente, balanceos equilibristas entre lo que se va y lo que viene,
verdad y el triunfo de su ser. Algunos emprenden el retorno hacia la naturaleza, se pretende presentar esas modas y corrientes artísticas, presas dentro de las
pero desarticulados ya de un todo; posesos de individualismo, no ven el medio formas puras o las abstracciones, como revolucionarias, como estilos nuevos
natural como un todo orgánico sino como fragmento, como impresión fugaz, cargados de potencias renovadoras. Pero es lo contrario: significan en el proceso
como luz resuelta en prismas y vibraciones. El entorno definido donde todo se histórico reacción, retroceso. Responden no ya únicamente a una fuga hacia lo
organiza y equilibra quedó roto para permitir la dispersión libertaria de la luz sentimental, sino a la conducción hacia el confusionismo a las grandes masas y a
y el color. El arte iniciaba el reflejo del drama de nuestro tiempo. La crisis de los los jóvenes sin una clara conciencia social. Para que un arte, un estilo, sean revo-
principales valores morales, precipitada a medida que se acentuaba el fracaso lucionarios es preciso que los aliente y nutra una ideología y unos ideales revo-
de la burguesía y su carencia de rumbo, expresábase en aquel privándolo de lucionarios definidos, propios de una clase en ascenso. Que se expresen según