Page 306 - Todo César: Panorama de vida y obra
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ESTIlO E IDEOlOGíA en trascendentes campos del conocimiento humano, bajo el interés de las clases
dirigentes, y sobre todo en aquellos que más se prestan a la especulación, tales
como la filosofía y el arte. Al igual que los magos y sacerdotes egipcios que guar-
El pensamiento idealista y el estilo daban dentro de halos de misterios tremendos el secreto de las cíclicas crecidas
Para los pensadores idealistas cuyas mentes se sustraen siempre de la verdad del Nilo, nervio de la economía del país, para hacer parecer que el río subía o
científica para colocarse en el más allá metafísico, la esencia del estilo aparece bajaba según voluntad del faraón, también los monjes de la Edad Media guar-
como inasible, como algo absolutamente misterioso, como un don que un ente daban celosamente los secretos astronómicos que pudieran contravenir sus
supremo otorga a determinados seres muy privilegiados para que lo insuflen a “verdades” teológicas y el orden religioso, jurídico y moral establecido. Es bueno
la obra de arte. Así hemos visto y estamos viendo cómo cada vez que se quiere recordar cómo los monjes medievales, avanzada de la casta feudal, al tomar
explicar el estilo se emplea una oscura jerga “filosófica” que concluye, directa e la instrucción en sus manos, desaparecidas las escuelas paganas, crearon dos
indirectamente, con la afirmación de que el estilo es el alma o la expresión del categorías de escuelas monásticas: una destinada a la instrucción de los futu-
ser absoluto: Dios. El origen de esa definición no es nuevo, se remonta al ideal ros monjes y otra destinada a la instrucción del bajo pueblo, en la cual no se
platónico de belleza y arte. Difícilmente encontraremos entre la profusa obra de enseñaba a leer y a escribir sino a familiarizar a las masas campesinas con la
los estetistas la palabra clara que nos lleve a esas causas donde se originan las doctrina cristiana, para mantenerlas en la docilidad y el conformismo. Lejos
sustancias que, al homogeneizarse en la obra de arte, le imprimen el estilo. Es de interesarse por la cultura de las masas, las alejaba de todo conocimiento que
natural; el rodeo para no ir al fondo de ciertas cosas y descubrir verdades que pudiese elevarlas y ponerlas en los caminos de la verdad. En el mismo Renaci-
derribarían toda una concepción anticientífica, religiosa o ideal sobre la cual se miento, los intereses de la burguesía mercantil en ascenso cuidaban de que se
sustenta todo un régimen social es ya táctica normal. De allí esas jergas oscuras, guardasen celosamente secretos industriales, tales como el de la cerámica en
esa palabrería confusa con que son presentados ciertos problemas cuya clarifi- Venecia, y de que se guardasen con tanto celo que había pena de muerte para el
cación, por parte de las mayorías, pondría en peligro las posiciones de las castas artesano que se atreviese a revelar el secreto de la industria. En la época presente
dirigentes, cuyo dominio también se apoya en la dirección que dan a las ideas ya estamos viendo lo que ocurre con los conocimientos atómicos. Es una misma
y a todo cuanto emana de ellas. Mientras la mayoría de los hombres pertene- causa la que enlaza el ocultismo en torno a los problemas atómicos con el de los
cientes a las clases productoras continúe creyendo que la inteligencia es un don magos egipcios, y la que nutre las jergas “cultísimas” que enturbian y velan el
celestial, que los artistas conviven con la divinidad y que el arte, la ciencia y la claro conocimiento de muchos problemas de interés general. Es el interés de la
cultura son cualidades propias de seres privilegiados, y que el estilo es la esencia clase interesada en mantener únicamente para sí todo aquello que en el campo
y sustancia divina más maleable, se harán en manos de quienes solo les interesa del pensamiento y la técnica pueda servir a sus intereses en contra de las mayo-
explotarles su fuerza de trabajo. Es curioso observar cómo el ocultismo tras el rías a quienes domina.
cual los sacerdotes y magos de las sociedades primitivas, o de Egipto, atrinchera-
ban sus conocimientos de ciertos fenómenos para con ellos intimidar y sujetar ¿Qué es el estilo? Estilo y escuela
bajo su dominio a la masa, ha continuado practicándose en la clase dirigente a El estilo no es el alma, no es tampoco el soplo divino apresado por el artista
través de siglos, tomando matizaciones diversas. Y no es que el conocimiento de en su obra. Para su manifestación en el arte concurren fuerzas sociales movidas
ciertos problemas científicos o artísticos sea fácil o carezca de complejidades, en un tiempo histórico por ideas determinadas, como también la conciencia
no, estamos lejos de afirmar eso, pero tampoco debemos persistir en la creencia social y las cualidades personales de un artista. El estilo es, pues, la manifesta-
de que esos problemas sean impenetrables para la mayoría de los hombres, o que ción en el arte de la ideología –conjunto de las ideas– y de los ideales, afirma-
solo pueden ser entendidos por unos cuantos escogidos pertenecientes siempre ciones y anhelos de una sociedad determinada, expresados según la conciencia
a los de arriba. En gran parte esto último es lo que se ha hecho continuadamente social y la técnica de un artista que logre integrarlos. Las sociedades, con sus