Page 305 - Todo César: Panorama de vida y obra
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304 Selección de ensayos y artículos
cultura intelectual. Esto lo ejecutan mediante acciones variadas, entre las cuales Pero son los trabajadores y la clase obrera organizada los llamados a encarar
se acusan como principales: desacreditar y destruir las tradiciones históricas y con mayor energía y capacidad esa lucha. Para ello es necesario que adquieran
culturales del país a fin de alejarlo y desvincularlo de su pasado y minar así una conciencia lúcida acerca de lo que significa para la existencia de nuestro
sus bases nacionales; desfigurar sus hábitos de existencia, sus costumbres y su país y de su pueblo, el mantenimiento y desarrollo de una cultura nacional, y
moral; mistificar, destruir y sustituir sus formas artísticas musicales, plásticas, cómo con los valores más sensibles de ella: artes, literatura, ciencia, podemos
poéticas, literarias, etcétera; impedir el desarrollo de su educación, de su cien- estimular a la vez una conciencia nacional firme, clara, valerosa y capaz de
cia y de su técnica, y someter a su juventud a hábitos de vicios (drogas), ocio y oponerse a todos los tentáculos succionadores y enajenantes que han tendido
falsas rebeldías (jipismo); ofrecer al pueblo la alegría tramposa del circo y de la sobre la tierra, los productos, el hombre y el espíritu de Venezuela. Están segu-
feria; impedir que los obreros, campesinos y otros sectores dominados se unan ros los trabajadores de que junto a ellos en esa defensa estarán los mejores hijos
y adquieran una conciencia de clase, una ideología revolucionaria y una clara de esta Venezuela, madre de héroes y sembradores de libertades.
visión de la realidad que sufre su país. Para lograr eso emplean todos los instru-
mentos de poder que poseen, entre ellos, algunos de poderosa eficacia, como MAYO, 1972
la televisión, el cine, el juego y la prensa. Paralelo a esas acciones, envían hacia
los países neocolonias –como envían neveras, palillos de dientes y lechugas–:
modas y expresiones de una pseudocultura calificada por ellos y sus agentes
de cosmopolita, a manera de sustituto de la cultura nacional destruida o que
pretenden destruir. Enajenan así la conciencia nacional colectiva y la transfor-
man en conciencia colonizada. Eso ha ocurrido en nuestro país a medida que
en él ha penetrado y se ha afianzado el poder del gran capital monopolista a
través de la industria del petróleo. Esta suplantó la economía agraria y pecua-
ria por la aceitera, transformado al país en monoproductor, al estar su único
producto, el petróleo, en manos de compañías extranjeras. Su economía se hizo
dependiente y con ella toda su vida social, su política y su cultura, se han visto
intervenidas y orientadas hacia una dependencia cada vez mayor. Todos los
fenómenos que en el ámbito vital de Venezuela nos conmueven cada día tienen
su causa primordial en esa dependencia. Como lo anotaba arriba, no basta a los
capitales monopolistas la sujeción de la economía de determinado país. Para
asegurar esa sujeción es necesario romper la columna vertebral de ese país, o
sea, su unidad de cultura. Su historia, sus tradiciones, sus logros científicos, su
arte y sus costumbres, y de esa forma derribar su conciencia nacional. Por ello,
junto a todas las acciones que emprende el pueblo venezolano y sus trabajado-
res como vanguardia, por alcanzar el cese de esa dependencia, debe estar en un
lugar destacado la lucha por la defensa de nuestra cultura, de todos los valores
materiales, intelectuales y espirituales que nuestro pueblo ha creado y crea en el
curso de su desarrollo histórico.