Page 241 - Todo César: Panorama de vida y obra
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240 Pensamiento, letra y praxis en César Rengifo
formal de esta obra tendría que dar cuenta, tanto en el nivel fónico como en el especial. Este poema es un drama, minúsculo, pero drama al fin; es un universo
semántico, de las cualidades específicas del material ofrecido por el poeta; abrir tejido de tensiones, sensaciones acumuladas, desdichas y tropiezos que alimen-
cauce a aquellos investigadores que aún no se han acercado a la obra rengifiana. tan el material. Es un poema abrasador, todo es asolado por la palabra, que
Invito, desde este momento, a concursar en la reivindicación de esta voz poética; también se duele en su responso. Está escrito correctamente, su “olor” clásico y
que se den cita especialistas –tanto lingüistas como semiólogos; poetas y curio- la singular manera tectónica de abordar el papel anuncian cierto rigor métrico,
sos del lenguaje–, en la búsqueda y estudio de la poesía escrita por el maestro ciertas adecuaciones, donde conviven lo tradicional y lo nuevo en poesía. Espe-
César Rengifo. En un análisis inicial, somero, de “Una herida” podemos resaltar: cial inclinación me produjo este texto, el cual distingo y celebro en la obra de
Rengifo.
En el nivel fónico Aunque Rengifo vivió cierta independencia poética con respecto a los grupos
El poema posee rima asonante (donde la identidad fonética está solamente de moda, siempre sostuvo intercambios con muchos de sus miembros. Él perte-
en las vocales acentuadas, a partir de la última vocal tónica). Desde la visión nece a la generación de los cuarenta; no es un outsider, ni un resentido, solo no
estructural del poema, destacan: tomó con demasiada dedicación el camino de la poesía y su obra aún espera por
ser justipreciada. A continuación les dejo con uno de los críticos que con mayor
1. El uso de la categoría adjetival denominada acumulativo nocional (serie de dos agudeza observó a dicha generación:
o más adjetivos referidos a un solo sustantivo): “esos bosques obscuros y quema-
dos”; “a esa soledad de hielo y niebla”. … Se pensó entonces, volviendo a un clásico argumento preceptivo, que la forma
2. El uso de la anáfora (repetición incesante de una palabra al inicio de una frase tenía que responder al fondo y que no se podía desligar impunemente la materia
o un poema): el vocablo “duéleme” se reitera cuatro veces en la primera estrofa poética de su lógico y natural instrumento expresivo. Por allí comenzó a manifes-
y dos veces en la segunda. El uso persistente de un término puede generar un tarse y difundirse un cierto rigor métrico (el soneto y la lira principalmente), en
exceso de dramatismo especial en la composición poética. busca de una mayor adecuación formal de la poesía nueva… 37
3. El uso de la aliteración (énfasis en la repetición) logra crear o generar musicali-
dad y ritmo en el poema: la repetición de la palabra “duéleme”; o bien la reitera- Nuestro poeta y artista integral entra a jugar parte en esa búsqueda del equi-
ción en el verso inicial de la segunda estrofa: “Duéleme mi sangre como duelen”. librio en la expresión poética desde las formas heredadas de los clásicos, donde
4. El uso de la cesura y el hemistiquio: “esos bosques obscuros y quemados,/ nega- la lira, la glosa, la décima, el uso del endecasílabo, y hasta la humilde copla,
dos para el pájaro y la niebla”. Todo el verso es el hemistiquio, y se divide en dos pasan a ser instrumentos de su obra en verso. Para tener una idea de cómo los
partes por la cesura, que en este caso es una coma (,). Otro ejemplo: “para la flor poetas de aquella generación fraguaron sus postulados, leamos las siguientes
azul y el nido breve,/ para el canto del aire y del rocío!”. líneas del crítico Medina:
Más adelante otras inteligencias, otros saberes, se harán cargo de profundi- … y los ojos volvieron insistentemente –aun cuando plantados los poetas sobre las
zar en estos aspectos de la obra cesariana. recientes conquistas estéticas, y en conocimiento y relación con grupos de novísima
expectativa poética en otras partes– hacia las fuentes poderosas de la poesía caste-
En el nivel semántico llana, la tradicional y la nueva, y los temas de la vieja resonancia se unieron a los de
Al inicio del poema asoma una expresión clásica: “Duéleme”, luego se va deve-
lando el tránsito de ese dolor, donde el “Yo” quiere ser exorcizado; poema con
rasgos de bolero, que nos sacude y nos hace presumir en el autor una intuición
37 J.R. Medina, op. cit., p. 218.