Page 239 - Todo César: Panorama de vida y obra
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238  Pensamiento, letra y praxis en César Rengifo



               Injusto sería decir que el maestro Andrés Bello no tocó las fibras del verso en   El corazón en calma sostenía la palabra aromada de sueños.
            César Rengifo. Bello esclarece en Rengifo la tierra, los frutos, el uso de valores, el   ¡Ah, de cuántos caminos llegaba el compañero de alma joven!
            idioma y la pertenencia a lo nuestroamericano.                                    ¡Traje sin color, gestos sin renunciaciones!


            Balance de la década de los cuarenta. Visión y hegemonía en la letra              El compañero venía de sí mismo hacia esos hombres
               Esta generación de escritores, una primera generación surgida en 1940 y una    que tienen el alma en crepúsculo y las esperanzas enlutadas. 32
            segunda nacida en 1948, a decir de la opinión expresada por José Ramón Medina:
                                                                                     Según Octavio Paz, poesía sería: “Necesidad de decirlo todo y conciencia de
                                                                                                  33
                … finalmente integrados por la acción del tiempo en un mismo impulso genera-  que nada se dice” . Esta premisa da pie para afirmar que los amigos a que alude
                cional– llenaron un positivo papel en nuestra reciente historia literaria. Dos carac-  Rengifo en el poema “Voces al compañero”, aparecen como dramatis personae y
                terísticas por lo menos, los identifican por el esfuerzo unitario: de una parte, la  anuncian su llegada en estos términos: “El compañero llegó en un alba colorida
                formación universitaria de sus más calificados representantes; de la otra, su apego  y ruborosa”. Aunque de variados caminos llega el compañero, se siente en el aire
                a responder las instancias históricas del tiempo, con un pronunciamiento sólida-  del poema el latir de la muerte, cuando Rengifo señala: “Sus manos extendidas
                mente establecido en las categorías de una cultura universal que aceptaba y defen-  apretaban la inquietud de un futuro incierto”. En los siguientes versos Rengifo
                día, como primordiales, los valores del hombre por encima de los simples valores  nos vende al compañero, ya sin colorido, ante la aproximación del destino fatal:
                estéticos, como fuentes originarias de la obra literaria. 31       “¡Traje sin color, gestos sin renunciaciones! (…) que tienen el alma en crepúsculo
                                                                                   y las esperanzas enlutadas”…
               Aludiendo el compromiso humano en la voz lírica de Rengifo, ofrezco el   Poesía limpia, dada a preguntarse por el hombre, sin pretensiones ni malaba-
            siguiente texto para dar muestras de su sutil manera de enfrentar el hacer en  rismos, cuya fijeza se muestra desde la elaboración minuciosa, ese hacer donde
            poesía; fragmento de su único libro de poemas publicado en vida –Ala y Alba  los tropos engalanan o atribuyen mieses a la desnuda letra. Ecos hubo, habrá,
            (México, 1937)– :                                                      de Whitman, Huidobro, Neruda, Vallejo –al que por cierto Rengifo dedica su
                                                                                   poemario Llamas sobre el llanto de 1941–, o de poetas hispanos como Antonio

                       VOCES AL COMPAÑERO                                          Machado; pero hemos venido a celebrar la poesía de Rengifo, veamos a continua-
                                                   Para Rhazés Hernández y Armando Gil  ción, siguiendo con el poema que estamos tratando, las palabras que conforman
                                                                                   su identidad:
                       I
                                                                                              Aquí está el compañero deletreando en voces y gestos
                       El compañero llegó en un alba colorida y ruborosa                      una rebeldía que no cabe en la simplicidad de las palabras.
                       Sus manos extendidas apretaban la inquietud de un futuro incierto
                       y aún en los ojos se encendía la crisálida infancia.                   La espiga íntima de su verdad aroma oídos sordos
                                                                                              y refresca pechos sudorosos de opaca resignación





                                                                                   32  C. Rengifo. “Voces al compañero” (fragmento), Poesía reunida, op. cit., p. 33.
            31  José Ramón Medina.  50 años de literatura venezolana (1918-1968), Monte Ávila Editores,  33 octavio Paz. los “Hospitales de ultramar”, en Puertas al campo, Editorial Seix Barral, Barcelona-
                Caracas: 1979, pp. 216-217.                                           España: 1972, p.108.
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