Page 301 - Sencillamente Aquiles
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PEQUEÑA HISTORIA DE LA RADIO








              En abril de 1926 los periódicos de Caracas publicaron cor-
              teses notas de primera página dando su bienvenida a los
              señores Luis R. Scholtz, Albert Muller y David Lewman,
              que llegaron de Nueva York para montar el equipo des-
              tinado a las trasmisiones de radio en la ciudad. Y ya la
              noche del 24 de mayo una gran muchedumbre de cara-
              queños se congregaba en los alrededores del Nuevo Circo
              para asistir a la inauguración de la «Broadcasting Central
              de Caracas». Distinguíase la estación con las letras AYRE
              y se estableció con sus estudios y sus dos torres entre la
              esquina de El Tejar y los antiguos terrenos de La Yer-
              bera, donde hoy comienza San Agustín del Norte. El in-
              geniero Scholtz, nombrado su primer director, compartía
              al mismo tiempo la administración y propiedad de la em-
              presa con la firma venezolana A. Santana. En Estados
              Unidos la primera radiodifusora había salido al aire en
              Pittsburgh el 2 de noviembre de 1920, y ya en 1922 el total
              por venta de aparatos y accesorios de radio alcanzaba entre
              los norteamericanos a sesenta millones de dólares. La afi-
              ción por la radiofonía prosperó entre las gentes jóvenes de
              Caracas auspiciada por la elemental simplicidad de los pri-
              meros receptores, aparaticos de fabricación casera que cual-
              quiera podía construirse sobre el breve espacio de una tapa
              de caja de tabaco con una bobina de alambre, una piedra de
              galena y una bocina telefónica; y con un poco de paciencia

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