Page 296 - Sencillamente Aquiles
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LA ELECTRICIDAD EN VENEZUELA








            En materia de electricidad nuestro país ostenta el singular
            privilegio de haberse adelantado a los más avanzados del
            mundo, lo mismo en el campo de la investigación cientí-
            fica de los fenómenos eléctricos como en el de sus aplica-
            ciones prácticas. Ya en años tan tempranos como los de
            1770, hacía el explorador Schilling en los ríos de nuestra
            Guayana sus famosos experimentos acerca de la electri-
            cidad de los tembladores, y la relación entre esa manifes-
            tación de la electricidad animal y la contenida en los
            imanes. Y tres decenios más tarde, cuando Humboldt y
            Bonpland visitaron Venezuela en 1800, se sorprendieron
            de descubrir que en tan perdida comarca de la llanura ve-
            nezolana como la población de Calabozo, tenía su labora-
            torio un solitario llamado Carlos Del Pozo y Sucre, que
            había logrado construir una máquina eléctrica de grandes
            discos, así como todo un equipo de electróforos, bate-
            rías y electrómetros. «Con sus mismas manos —escribe
            Humboldt en sus elogiosas referencias a Del Pozo—, y
            sin haber visto nunca cosa semejante, ha construido en
            Calabozo una máquina eléctrica que se puede comparar
            con las mejores que he visto en España y en Francia». No
            menos asombrado que los ilustres viajeros al encontrarse
            con aquel extraño sabio que todo lo había logrado ayudán-
            dose de sus escasas lecturas y de su intuición, quedaría el
            propio don Carlos al comprobar que los diversos aparatos

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