Page 43 - La Campaña de Quito
P. 43
42 La Campaña de Quito (1820-1822)
el camino si este, prevenido a última hora, adoptaba la única solución
posible de abrirse paso hacia la ciudad.
Presumiendo así las consecuencias de este movimiento, Sucre no
iba a pensar jamás en dirigirse a Quito dejando tras sí intacto al enemigo.
De otro lado, si el realista descubría a tiempo la marcha de los patriotas,
no era nada improbable que se replegara sobre su base, y en este caso
Sucre obtendría también un resultado favorable como era la posesión, sin
combatir, de todo el territorio de Machache.
La concepción de Sucre ha sido, pues, acertada y lejos de aparecer
en ella signos de esa estrategia a que nos hemos referido, se descubre
al contrario las características de la maniobra por retaguardia, lo que
prueba que guiaba en mucho su espíritu por las enseñanzas de Napo-
león.
La actitud que toma el realista de replegarse hacia la capital,
cuando descubre el movimiento de su adversario, no permite a Sucre
más que obtener el segundo resultado; pero como persiste siempre en
ir al combate, toma posiciones, sucesivamente, en la llanura de Turu-
bamba y en Chillogallo, esperando que el enemigo venga al ataque.
¿Por qué esta decisión de dejar ostensiblemente al enemigo la ini-
ciativa del ataque?
Sucre la explica diciendo que las posiciones ocupadas por los re-
alistas eran “impenetrables”, de donde se infiere que él quería el com-
bate en el llano o mejor dicho en su terreno.
Hoy la teoría de guerra no admite tal escuela. La instrucción de
las tropas, en especial de la infantería, el poder del armamento y el en-
lace o concurrencia de todas las armas hacia un mismo objeto, hacen
que la acción táctica —único fin de todo plan— pueda producirse en
cualquier terreno y a despecho de cualquier obstáculo: ¡dominar el
terreno y no dejarse dominar por él! Pero como estudiamos la campa-
ña teniendo presentes los métodos de combate por entonces en uso,
la constitución real de ambos Ejércitos y tratando de situarnos, sobre
todo, “en las mismas condiciones de tiempo y lugar en que se desarro-
llaron los hechos”, resulta que la razón aducida por Sucre se amparaba,
por decirlo así, en los procedimientos tácticos de la época, consecuen-
cia a su vez del armamento en uso, y en la misma organización de las