Page 40 - La Campaña de Quito
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Felipe de la Barra 39
urgencia ya que se tiene al frente un adversario cuyos movimientos son
de repliegue.
Conforme expresamos anteriormente, Bolívar perseguía al tiempo
que la liberación de Quito del poder español, la anexión de Guayaquil a
la Gran Colombia como medio de asegurar para lo futuro la extensión
y preponderancia política y comercial de la poderosa República. Esta
pretensión encontraba fuertes resistencias tanto en la masa de la pobla-
ción como en el seno de la misma Junta, en la cual estaban divididos las
opiniones más bien entre la independencia absoluta de la provincia, que
patrocinaba Olmedo, y su incorporación al Perú (de cuyo Virreinato ha-
bía dependido en lo eclesiástico y militar hasta el momento de la revolu-
ción), idea a la que se inclinaban Roca y Gimena, arrastrando tras sí gran
parte de la opinión pública.
Entre las instrucciones que llevó a Guayaquil el comandante de las
tropas auxiliares, figuraban pues, en primer término, las de influir en el
ánimo de la Junta para que esta declarase la incorporación de la provincia
a Colombia; pero como en breve Sucre se diera cuenta que el sentir de los
guayaquileños era contrario a los propósitos del Libertador, sentir que no
pudo ser modificado no obstante la activa propaganda que hicieran con
aquel fin determinados elementos, dejó de lado esta parte de las instruc-
ciones, concretándose, como se ha visto, a las de orden militar .
4
Empero, en los días que Sucre inició las operaciones sobre Quito,
la Junta recibió una enérgica comunicación de Bolívar (fechada en Cali
el 19 de enero) para que esta se decidiese de una vez a declarar que Gua-
yaquil formaba parte de Colombia y en consecuencia que reconocía su
gobierno. Justamente alarmada por la actitud del Libertador, la Junta re-
currió al gobierno del Perú bajo cuya protección se había puesto. El Con-
sejo de Estado peruano acordó entonces instruir al general La Mar para
que retirase la división Santa Cruz hasta la frontera, caso de que la Junta
accediera a las pretensiones de Bolívar, o prestase su apoyo a la misma si
estaba resuelta a hacer respetar la independencia de la provincia. ¡Triste
momento para la causa gloriosa en que estaba empeñada la América!
4 Sucre según las instrucciones del Libertador “debería respetar al gobierno de Gua-
yaquil, pero no reconocerlo”.