Page 96 - Influencia de las mujeres en la formación del alma americana
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Teresa de la Parra  95 95

           a un medio, producida por razones sutilísimas a veces? Bolívar
           distó mucho de brillar en Madrid. A la inversa de lo que iba a ser
           en París años después, el mundano elegante de la rue Vivienne, el
           pobre adolescente de Madrid, no debió sentirse nunca satisfecho

           de sí mismo. Esta influencia negativa y la decepción que le produjo
           la reina María Luisa debieron pesar mucho en su vocación y deter-
           minar aquel rumbo que en 1802 tomó su vida.
              Ausente de Madrid don Bartolomé Palacios, Bolívar cambió
           de domicilio. Fue a encerrarse en casa de su compatriota, el viejo
           marqués de Ustáriz, hombre de gran cultura que despertó en su
           alma el ansia de saber, y le facilitó todo género de libros. Encerrado
           en casa de Ustáriz, aquel prototipo del criollo letrado que tanto
           abundó en el siglo xviii, sin ver a casi nadie, Bolívar se entregó con
           tal ardor al estudio que estuvo a punto de caer enfermo. Junto a sus
           libros en el aislamiento de su vida interior iba creciendo una pasión
           romántica. A poco de llegar a España había conocido muy de paso,
           en Bilbao, a una linda niña caraqueña llamada María Teresa, hija de
           don Bernardo Rodríguez del Toro y sobrina del marqués del mismo
           nombre, gran magnate de Caracas, prócer de la Independencia.
           Enamorado desde Madrid de la dulce Teresa que seguía en Bilbao,
           muchos meses Bolívar no hizo sino leer, estudiar y pensar en ella.
           Un trivial incidente debía pronto cambiar su vida y acelerar el ritmo
           de su amor romántico hasta llegar a la pasión violenta.
              Una tarde, paseando a caballo, cerca del puente de Toledo, dos
           agentes de policía lo detienen sin el menor miramiento. Bolívar,
           quien pensionado entonces por su tutor, distaba mucho de ser rico,
           llevaba sin embargo botones de brillantes en sus puños de encaje.
           Un decreto de Godoy acababa de prohibir tal uso. Por infracción
           al decreto lo declaran detenido. La verdadera razón es que Godoy
           sospecha que lleva correspondencia amorosa de manos de Mallo a
           manos de la reina y quiere cerciorarse. Indignado Bolívar se niega a
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