Page 22 - Influencia de las mujeres en la formación del alma americana
P. 22

Teresa de la Parra  21 21

           que la niña casadera, o la señora mal casada, educadas a la antigua y
           enfermas ya de escepticismo, tratan de distraer una actividad, que
           encauzada hacia el estudio y el trabajo, podría haber sido mil veces
           noble y santa.

              Cuando digo “el trabajo”, no me refiero a los empleos humi-
           llantes y mal pagados, en los que se explota inicuamente a pobres
           muchachas desvalidas. Hablo del trabajo con preparación, en
           carreras, empleos o especializaciones adecuadas a las mujeres y
           remuneración justa, según sean las aptitudes y la obra realizada. No
           quisiera que, como consecuencia del tono y argumento de lo dicho,
           se me creyera defensora del sufragismo. No soy ni defensora ni
           detractora del sufragismo por la sencilla razón de que no lo conozco.
           El hecho de saber, que levanta la voz para conseguir que las mujeres
           tengan las mismas atribuciones y responsabilidades políticas que los
           hombres, me asusta y me aturde tanto, que nunca he llegado a oír

           hasta el fin lo que esa voz propone. Y es porque creo en general, a
           la inversa de las sufragistas, que las mujeres debemos agradecerles
           mucho a los hombres el que hayan tenido la abnegación de acaparar

           de un todo para ellos el oficio de políticos. Me parece que junto con
           el de los mineros de carbón es uno de los más duros y menos limpios
           que existen. ¿A qué reclamarlo?
              Mi feminismo es moderado. Para demostrarlo y para tratar,
           señores, ese punto tan delicado, el de los nuevos derechos que
           la mujer moderna debe adquirir, no por revolución brusca y
           destructora, sino por evolución noble que conquista educando y
           aprovechando las fuerzas del pasado, para tratar ese punto había
           comenzado por preparar en tres conferencias una especie de ojeada
           histórica sobre la abnegación femenina en nuestros países, o sea
           la influencia oculta y feliz que ejercieron las mujeres durante la

           Conquista, la Colonia y la Independencia. Como creo que existe
           realmente un espíritu común a todos los países de nuestra América
   17   18   19   20   21   22   23   24   25   26   27