Page 89 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
José María Cadenas (1995), exdecano de la Facultad de Hu-
manidades y Educación de la Universidad Central de Vene-
zuela, realizó una investigación que tocó un aspecto hasta
entonces inexplorado del problema. Su solo título ya lo se-
ñala: El 27 de febrero contado por niños y adolescentes. Además
de estos trabajos, existen otros inéditos presentados en las
universidades como tesis de grados o trabajos de ascenso.
El asunto, pues, no es tan sencillo como para despa-
charlo con la acusación de intencionalidad mediática de
dañar la imagen del país o de favorecer o culpar al go-
bierno de turno por la revuelta popular. Lo que sí es indu-
dable es que los organismos comunicacionales del Estado
fallaron durante los días previos a la aplicación del pa-
quete económico y, también, durante el mismo. Nunca se
le informó a la población en qué consistían las medidas
de ajuste, de su necesidad y posibles beneficios al lograr
equilibrarse la economía del país. Durante los sucesos, no
hubo política de comunicación oficial. En este contexto,
los medios privados de información quedaron como los
únicos canales entre los ciudadanos y los acontecimientos.
Las imágenes televisivas y las noticias radiales, en una alo-
cada secuencia como los hechos mismos, llegaban a los
barrios y cerros y de estos, como única respuesta, bajaban
las masas a incorporarse a los saqueos y a las protestas.
Aguirre cita trabajos de la empresa de opinión pública
Datanálisis y un informe de Amnistía Internacional en
los que destacan las fallas de la estrategia comunicacional
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del Gobierno . En la misma investigación coordinada por
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Jesús M. Aguirre, «Encuesta de opinión sobre el papel de los
medios de comunicación en el estallido de febrero de 1989»,
en: Revista Comunicación, n.º 70, 2.º trimestre, Centro Gumilla,
Caracas, 1990, pp. 28-29.
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