Page 84 - Fricción y realidad en el Caracazo
P. 84

ficción y realidad en el caracazo


            desarrolladas cuando son víctimas de catástrofes naturales,
            golpes de Estado o revoluciones. Sin embargo, el Caracazo
            no fue una invención mediática. Cuando el doctor Barrios
            hablaba en el Congreso Nacional, todavía traqueteaban las
            ametralladoras en los cerros de la ciudad. Los medios de co-
            municación extranjeros y las agencias internacionales de no-
            ticias no imaginaron el Sacudón popular. El mismo Barrios
            reconoció que nosotros «hemos suministrado el material para
            la propaganda». ¿Y de dónde salió ese material? Pues, de las
            anarquizadas calles de Caracas. Sí habría que preguntarse
            el papel que cumplieron los medios de comunicación del país
            en la rápida propagación de la revuelta popular. Millones de
            personas en Caracas y el resto del país vivieron el 27-F (sigla
            con que se resume dicha fecha) a través de la pantalla de la te-
            levisión. Las imágenes las complementaban con la lectura de
            la prensa del día siguiente. Esto se acentuó con la suspensión
            de las garantías y el toque de queda a partir del 28 de febrero.
            De modo que la realidad de los hechos, para estas personas,
            era la realidad que le ofrecían los medios. «Los medios infor-
            mativos —ha escrito Eliseo Verón— son el lugar en donde
                                                               14
            las sociedades industriales producen nuestra realidad» .
                Los medios, contrariamente a lo señalado por algunos
            políticos, no causaron el 27 de febrero. Las causas irrebati-
            bles, ya analizadas páginas atrás, estuvieron en la realidad
            económica y social del país, el agotamiento de las expec-
            tativas de las mayorías, el cierre o la falta de canales de
            participación de la sociedad, la omnipresencia de los par-
            tidos políticos en todos los ámbitos de la vida ciudadana,
            entre otras. Sin embargo, no hay duda de que las transmi-



            14
               Eliseo Verón,  Construir el acontecimiento, Gedisa, Barcelona
               (Esp.), 1995, p. II.
                                       84
   79   80   81   82   83   84   85   86   87   88   89