Page 83 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
resquebrajando, desde hacía algún tiempo, sin que quienes
la instalaron en 1958 se percataran o quisieran percatarse
de ello. Todavía el 2 de marzo de 1989, el presidente del par-
tido de gobierno, Acción Democrática, el senador Gonzalo
Barrios, culpó a los medios de comunicación de Estados
Unidos y Europa por la imagen que estaban proyectando
del país, en los que «selectivamente» se resaltaban «el ho-
rror, lo primitivo, lo incontrolable, desde un punto de vista
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civilizado, de los saqueos que se produjeron en Caracas» .
En su alocución en el Congreso Nacional, el doctor
Barrios coincidió con el expresidente Caldera en cuanto al
resentimiento que en muchos causa la ostentación de pocos.
Al referirse a los nuevos ricos, dijo que «alguna de esa gente
no sabe o comete la imprudencia de usar sus riquezas en
una forma que para ser piadosos podríamos llamar “indis-
creta”». Antes, en declaraciones a la prensa, el senador Ba-
rrios había contrapuesto a la imagen de la «vitrina rota», la
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de: «Venezuela sintió el beso mortal del FMI» . El vete-
rano líder rechazó la alusión de Caldera de que su partido,
Acción Democrática, se hallara contra la pared.
EL ACONTECIMIENTO Y LOS MEDIOS
El doctor Barrios y su partido, Acción Democrática, miraron
hacia fuera pero no al interior de la propia organización.
Lo mismo hizo Copei que, con AD, controlaba el poder
desde 1958. Es cierto —y muchos estudios lo comprueban—
que los países del tercer mundo solo son noticia en las naciones
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Gonzalo Barrios, «Venezuela sintió el beso mortal del FMI»,
en: El Nacional, Caracas, 2 de marzo de 1989, p. A-1.
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Idem.
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