Page 76 - Fricción y realidad en el Caracazo
P. 76

ficción y realidad en el caracazo


            venezolanos fueron sacados de su vivienda y no regre-
            saron más. No aparecieron ni detenidos ni muertos. Otros
            fueron identificados en las morgues. Bajo las balas, cayeron
            madres de familia y niños dentro de sus apartamentos
            o casas. Al no saber quién diablos es Fuenteovejuna, se
            disparó a mansalva, principalmente en las zonas margi-
            nales y proletarias. ¿Cómo empezó todo esto? ¿Por qué?
                Las protestas se iniciaron por una medida administra-
            tiva y, en Venezuela, rutinaria del Gobierno: el aumento
            del pasaje de transporte público. El Ejecutivo hace esto
            con cierta regularidad y, así mismo, siempre el pueblo lo
            protesta, sobre todo los estudiantes, quienes recurren a la
            quema de cauchos y a otras acciones radicales. De modo
            que el aumento del pasaje público no explica la dimensión
            de los hechos. Sin embargo, esa medida fue la mecha y el
            detonante que hizo aflorar una rabia popular acumulada
            y un descontento general hasta entonces represado.
                El gobierno del presidente Pérez se había posesionado
            el 14 de febrero y, entre la serie de medidas de ajustes eco-
            nómicos, se contemplaba el aumento del precio de la ga-
            solina, algo muy sensible en un país que está entre los
            primeros productores de petróleo del mundo. Para com-
            pensar a los choferes del transporte colectivo, se les autorizó
            un aumento de los pasajes de 30 %. Pero los conductores,
            inconformes, decidieron por su cuenta llevar ese aumento a
            100 %. La mañana del 27 de febrero de 1989, los habitantes
            de Guarenas, ciudad mediana ubicada a unos cuarenta ki-
            lómetros de Caracas, se encontraron con esta desagradable
            sorpresa. Ese recorrido lo hacen diariamente miles de per-
            sonas que trabajan en la capital, por lo que cualquier au-
            mento del pasaje afecta sensiblemente su salario. Allí, en
             Guarenas, se iniciaron las protestas. Lo mismo ocurría

                                       76
   71   72   73   74   75   76   77   78   79   80   81