Page 268 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
al desplazamiento de los periodistas hacia las aguas de la
literatura, expresa:
El Caracazo sobrepasó los límites de nuestra experiencia
vital. Creo que nadie se esperaba un hecho como ese en
su vida. Todos quedamos impactados, gente de todas las
edades. Siempre se decía «cuando baje la gente de los ce-
rros y tome la ciudad» y, en esos días, de repente, bajó la
gente de los cerros y tomó la ciudad. Fue una situación
que impactó mucho. La gente se sintió sobrepasada en su
capacidad nerviosa y de percepción de los acontecimientos
y de las circunstancias. Entonces, los propios periodistas
nos vimos inmersos y sobrepasados en nuestra capacidad
de asombro por los hechos que estaban sucediendo.
Para Sequera, los periodistas, golpeados en su sensibi-
lidad, dejaron aflorar al escritor que llevan latente. Y a la
inversa, los escritores dejaron salir al periodista que llevan
reprimido. El periodista ya no pudo tomar distancia. Los
hechos estaban involucrando a toda la colectividad donde
él vivía. No pudo hacer —ilustra con un ejemplo— como
el tipo, reportero él, que veía a alguien ahogándose y per-
manecía tomando fotos. Frente al Caracazo, o mejor,
dentro del mismo, el periodista ya no es el testigo que ve
las cosas, sino que participa de ellas. Sequera explica la
confluencia de roles periodísticos y literarios:
Hubo como una confluencia del presente histórico que
vendría a ser representado por los escritores, que po-
demos escribir en un presente permanente. Y vino a em-
parejarse, ese presente histórico, con el presente de la
actualidad y la inmediatez del periodismo. Creo que en
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