Page 249 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
Alfredo Silva Estrada se refiere, obviamente, a la vio-
lencia verbal, lingüística, y a la insurgencia del poeta contra
viejas estructuras poéticas; palabras, formas y estructuras
que no logran expresarlo. Ya hemos citado el verso de
Darío: «Yo persigo una forma que no encuentra mi estilo».
Pero la violencia poética de la que habla Silva Estrada va
más allá de la lucha con las palabras y de la angustia por
la forma que se persigue, no se encuentra y siempre huye.
En la reflexión de Silva, el poeta insurge contra la po-
dredumbre y las falsedades que atenían contra su oficio.
Se trata de una toma de conciencia no solo estética, sino
también ética. Desde sus primeros libros, William Osuna
cuestiona la estructura poética e insurge contra las viejas
y exquisitas formas, y lo hace desde la forma que da a sus
poemas y las palabras que emplea, esos vocablos de la calle,
del mundo subterráneo, execrados de los salones y las aca-
demias. Al reivindicar un habla marginal, está cuestio-
nando una forma de hacer poesía. Si por lo que dice en
sus poemas, Osuna asume una posición ética y política;
por el cómo lo dice, esto es, la forma en que despliega sus
versos, remite a una concepción estética que cuestiona y se
cuestiona. Para la crítica no pasó desapercibido el entonces
joven escritor. Y también la crítica, años después, recibió
respuesta en el poema titulado «Biografías»:
Yo entré en la poesía con 500 más de mi generación
Y los críticos dijeron que si unidad de tono
Que si deliberadamente prosaico
Que algo sobra que algo falta
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Que esperemos a ver el argumento de los franceses .
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William Osuna, ob. cit., p. 26.
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