Page 252 - Fricción y realidad en el Caracazo
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ficción y realidad en el caracazo
palabra que constituye su auténtica manera y más alto
grado de existir .
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Poesía comprometida, sí, pero en primer lugar con la
poesía, con la palabra. De lo contrario, el escritor ha de
buscar otra forma, otro género, otro medio para expresar su
mundo, interno y externo. Osuna tiene presente este aserto.
Primero lidia con las palabras y, una vez que las transmuta
en poesía, las proyecta a la realidad exterior, al contexto
histórico y social que habita y que lo marca. Sabe que sin
conciencia poética se desemboca inevitablemente en el
panfleto, en la consigna, en el discurso que se esfuma y pasa
más rápido que la realidad que enuncia y denuncia. Caracas
habita en sus poemas, la ciudad cotidiana que lo destierra
y a la que siempre vuelve, la ciudad incendiada y alzada
con «cólera de plaza firme». La del Caracazo también es su
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ciudad, donde «el poema de la vida no queda lejos» .
Después del estallido popular, su poema apareció en
el periódico, bajo un título genérico que cobijaba textos
literarios de otros soñadores. En 1990, lo incluye en su
libro Antología de la mala calle. La segunda edición, con la
que trabajamos, fue publicada en 1994. El poema entonces
lleva el título «De donde se avisa que las cosas están muy
malas». Lo incluye en la parte del libro titulada: «Aquí
dejo aguas polvo de sucesos». Si nos detenemos en ambos
títulos, observamos que en el primero se habla de «avisar»
y en el segundo de «sucesos». Avisar es dar la noticia y los
sucesos son los hechos que la generan. La poesía entra en
territorio periodístico.
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Alfredo Silva Estrada, ob. cit., p. 3.
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William Osuna, ob. cit., p. 57.
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