Page 255 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera


              literariamente. No para evadirla, sino por el contrario,
              para plasmarla en el lenguaje, de manera que nadie la ol-
              vide. Pues «las cosas no son como las vemos sino como las
              recordamos», escribió don Ramón María del Valle-Inclán,
              citado por su colega del otro lado del Atlántico, Mario
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              Vargas Llosa .
                  Todos los textos literarios aquí analizados tienen pues
              un referente de actualidad y, en consecuencia, sus autores
              se vieron en la necesidad, aun siendo testigos de excep-
              ción, de buscar más informaciones sobre los mismos, de
              indagar aquí y allá como lo hacen a diario los reporteros.
              Luego, a la hora de relatar los hechos o un aspecto de
              estos, estaban obligados a dar el referente, única manera
              de ubicar al lector. En este sentido, cumplían una función
              informativa. Todos se refieren a los saqueos, a los cerros
              que bajaron, a la feroz represión, a la ciudad desolada y a la
              muerte. Esto es lo informativo dentro de lo literario, la rea-
              lidad como marco de la ficción. A veces la relación del refe-
              rente es metafórica, pero por lo general se hace en lenguaje
              directo, periodístico, sin mayores ornamentos.
                  En los relatos breves de Noguera, Tarre Briceño e In-
              fante, cada escritor narra una historia: Noguera, la de una
              muchacha que muere abrazada al maniquí cuya fina ropa
              le había quitado y se estaba midiendo; Tarre, la de dos sol-
              dados paralizados por el miedo frente a la muchedumbre;
              Infante, la de todo el ritual del velorio de un malandro en
              el cerro, abatido por la policía y contada en forma de mo-
              nólogo; y en cada uno de los relatos, entre el lenguaje im-
              propio, metafórico, de la literatura, se cuela el directo del



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                 Mario Vargas Llosa,  La novedad de la mentira, Seix Barral,
                 Barcelona (Esp.), 1990, p. 13.
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