Page 123 - Fricción y realidad en el Caracazo
P. 123
earle herrera
Pedro Infante, Celia Cruz o Daniel Santos. El escritor
procura despojarse de la carga retórica de los años vio-
lentos y su literatura deviene espejo de su tiempo. Más que
reflejo, expresión y representación de la época que se vive.
De esta escritura creativa, dice Britto García:
disuadida de la esperanza de ejercer alguna influencia en
el perfeccionamiento social, se ocupa del perfecciona-
miento propio. De allí el extremo formalismo, el virtuo-
sismo, los juegos estilísticos, las mímesis distanciadas y
distanciantes. Aun sin proponérselo, expresan el tiempo
10
que se vive .
Es así porque la literatura, aun cuando se edifique con
ladrillos individuales, es un hecho social. Y los creadores,
por su rebelión o sumisión, e incluso por su indiferencia,
expresan una época y un contexto. Por algo, en un mo-
mento determinado, la literatura latinoamericana volvió
su vista hacia la figura del dictador (García Márquez,
Carpentier, Roa Bastos). Antes fue la novela de la tierra y
de la lucha de civilización contra barbarie (Gallegos, Ale-
gría, Rivera). La década violenta de los años sesenta fue
la de la literatura comprometida, escrita para violentarlo
todo, incluso el lenguaje. Luego, con la derrota, sobrevino
la escritura que se mira a sí misma y que, al querer evadir
su contexto de individualismo y escepticismo, termina por
representarlos cabalmente.
La realidad latinoamericana, sin embargo, no permite
mirarse el ombligo por mucho tiempo. La aplicación de
las recetas económica neoliberales en Venezuela, terminó
10
Ibid., p. 95.
123