Page 115 - Fricción y realidad en el Caracazo
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earle herrera
Abreu con Las 4 letras (1969), título que remite a las siglas
de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN).
De las montañas baja una mujer guerrillera, Ángela
Zago, y al mirar el país que encuentra escribe su novela-
testimonio Aquí no ha pasado nada (1972), con gran éxito
editorial y repercusión política. El viaje inverso lo hace
Argenis Rodríguez, un polémico escritor que sube a las
montañas y escribe su experiencia y su visión de las gue-
rrillas y de la lucha armada en general, en sus libros Entre
las breñas (1964) y Donde los ríos se bifurcan (1965). Con
respecto a la narrativa sobre la violencia de Rodríguez, el
crítico cubano-venezolano Julio Miranda acota:
En lo que respecta a la plasmación de la lucha guerri-
llera, en ninguna otra obra de la narrativa de la violencia
se le ha dedicado la atención, el trabajo de lenguaje y es-
tructura, y los desarrollos anecdóticos, ricos y variados,
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de Entre las breñas y Donde los ríos se bifurcan .
En este capítulo sobre la literatura de la violencia me-
recen mención aparte dos libros que, en sus respectivas
presentaciones, subrayan su total ausencia de pretensión
literaria y, no obstante, los estudiosos de las letras de esta
etapa de la vida venezolana siempre los incluyen. Se trata
de Expediente negro (1967), de José Vicente Rangel, y TO3.
Campo antiguerrillero (1969) de Efraín Labana Cordero.
Empecemos con el primero.
Expediente negro es un libro testimonial y periodístico,
producto de la investigación parlamentaria y artículos de
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Julio Miranda, Proceso a la narrativa venezolana, Ed. Biblioteca
de la UCV, Caracas, 1975, p. 248.
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