Page 256 - Encuentros descoloniales Memorias de la primera Escuela de Pensamiento Descolonial Nuestramericano
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256                         TerriTorios, Tierra, TerriTorios: formas  Héctor
                                  de propiedad y universos simbólicos  Alimonda
                                   en la agriculTura laTinoamericana



   EncuEntros   invisibilización de la población indígena. Y ese mecanismo se repite una y
                otra vez, por ejemplo en el avance del modelo de la soja sobre nuevas áreas
                (los llamados “desiertos”, que están habitados), en el no reconocimiento de
                formas de propiedad diferente a la privada absoluta, en la pretensión del
   DEscolonialEs:   agronegocio de implantar una agricultura sin agricultores.
                    Inclusive para los sectores democráticos y reformistas, los indígenas
                no eran más que campesinos, en una definición estrictamente económica
                de clase, que abstraía su carácter de sujetos históricos, portadores de una
   MEMorias     cultura y de una historicidad propia. Esto era así inclusive en los sectores
                de la izquierda política, que con la consigna “Clase sí, Etnia No” a partir
                de 1930 abandonaron la perspectiva de José Carlos Mariátegui, para
                quien el sujeto revolucionario peruano fundamental sería el campesinado
   DE la        indígena, aliado con los sectores obreros e intelectuales urbanos. Los
                indígenas fueron definidos como campesinos y el objetivo de sus luchas
                sería el acceso a la tierra.
                    Ese fue el fundamento de políticas como las de colonización de la
   PriMEra      Amazonia por parte de los gobiernos militares reformistas de Perú y de
                Ecuador, que se limitaron a transferir campesinos de las áreas serranas para
                la selva amazónica, sin tener en cuenta las obvias diferencias culturales
                y ecosistémicas implicadas. De la misma forma, la mayor parte de los
   EscuEla      movimientos armados de la guerrilla latinoamericana (Che Guevara incluido)
                no entendió la necesidad de incluir en su perspectiva estratégica la dimensión
                indígena (real o imaginaria, pero efectiva) de la identidad campesina en sus
                áreas de operaciones andinas. Una excepción bastante significativa fue el
   DE PEnsaMiEnto   de algunas organizaciones armadas de Guatemala.
                    Fue a partir de 1994, con la eclosión de la insurrección zapatista en
                Chiapas, que se hizo evidente un proceso de recuperación política y cultural
                de identidades indígenas que venía creciendo y ganando densidad en todo el
   DEscolonial   continente, avanzando en dirección a estilos autonomistas de organización
                y de acción. No podemos, de hecho, desarrollar aquí ese tema en extenso,
                pero el proceso ha avanzado hasta llevar a estos sujetos políticos y sociales
                a correr las cortinas que los hacían invisibles, inclusive en los países que
   nuEstroaMEricano  más los ocultaban, como Argentina.
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