Page 87 - El Reportaje, el ensayo
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El reportaje, el ensayo
                              qp Earle Herrera
               Méndez, Gil Fortoul, Zumeta, que llevó a las columnas de la prensa su
               visión interpretativa de los sucesos contemporáneos a su época .
                                                                   15
               La referencia histórica que hemos hecho del ensayo nos indica
             que éste, aunque tiene remotos e ilustres antecedentes, es un género
             reciente o “tardío”, como lo califican algunos autores. En España y
             América cobra vigor a finales del siglo XIX. En lo que sí hay con-
             senso es en distinguirlo como el género de nuestra época compleja,
             vertiginosa y cambiante.



             Fronteras del ensayo


             Ya con Montaigne el ensayo se perfila como un género muy amplio en
             cuanto a sus posibilidades temáticas: a través de él se puede especular,
             en el mejor sentido del término, sobre lo humano y lo divino, lo abs-
             tracto y lo concreto. De allí que intentar una clasificación del ensayo
             de acuerdo con los temas que trate, puede hacerse intermina ble. Se
             habla de ensayos artísticos, sociológicos, políti cos, etc. Es más, al con-
             vertirse este género en preferido de científicos y humanistas para dar
             a conocer sus teorías, ideas o pensamientos, el abanico temático se ha
             expandido considerablemente. Esto no quiere decir que todo estudio
             inacabado, toda idea escrita, sea ensayo. Esta categoría literaria reúne
             una serie de características que permiten distinguirla de otras, aunque
             a veces esta empresa resulte de suyo difícil.
               La confusión explica la interrogante de Guillermo Sucre cuando
             se pregunta:

               ¿No se ha abusado ya en demasía, y no sólo en nuestro país, del vo-
               cablo ensayista? Sin mucho discernimiento, en verdad, se le adjudica a
               cualquier ejecutante de una prosa más o menos correcta o a cualquier
               recolector de piezas meramente documentales, cuando no de un pre-
               tencioso enciclopedismo –y subraye mos esto en el mejor de los casos.


             15   Humberto Cuenca. Ob. cit., p. 38.
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               z colección warisata
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