Page 89 - El Estado Docente
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que hasta la edad de seis años eran dejados al cuidado de los padres
para la educación, desde esta edad hasta los 18 años entraban al
Gimnasio bajo la vigilancia de profesores nombrados por el
Estado. Pero la escuela propiamente dicha, como institución públi-
ca, se organiza y prospera en el siglo XIX con el ascenso del llama-
do Estado Nacional, difundido en Europa con el advenimiento de
Napoleón Bonaparte. Este mismo crea en marzo de 1808 la
Universidad y le confiere el control exclusivo de la enseñanza en
toda Francia, ordenando, por un decreto posterior, el cierre de todo
establecimiento educacional no autorizado por la Universidad.
Decía Napoleón: “De todas las cuestiones políticas, esa [la de la
educación] es tal vez el arte más importante. No puede haber un
Estado político firmemente establecido si no hay un cuerpo docen-
te con principios claramente reconocidos”. En España misma el
control data de la Edad Media, sólo que ese control, en cierta mane-
ra, fue delegado a la Iglesia o compartido con ésta.
Nuevos y más amplios conceptos de protección social y el pro-
greso, consecuencia del creciente industrialismo, hicieron de la
escuela una necesidad para la formación de los ciudadanos imbui-
dos de los principios de solidaridad y de respeto mutuo, e impusie-
ron al Estado la obligación de dirigir y propagar la cultura del pue-
blo. Según la opinión autorizada de Lorenzo Filho, “la posición
interventora del Estado deriva, no del amor a un sistema o a una
filosofía, sino de la necesidad de organización y seguridad. A los
pueblos modernos se les pide una conciencia común que sólo una
educación común puede suministrar.El Estado interviene para
atender a una función imperativa de garantía de la vida en común”.
18
El notable jurista francés George Burdeau, ya citado , para
fundamentar la legitimidad de la intervención del Estado en la edu-
18. G. Burdeau, op. cit., p. 316.
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