Page 15 - El Estado Docente
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la tutela de los padres de familia, de pretender establecer el mono-
polio de la función docente por el Estado y, sobre todo, de tener una
clara inspiración sovietizante, socialista, comunista. El Proyecto de
Ley Orgánica de Educación fue rechazado por la mayoría gomecis-
ta en el Congreso con aplausos desde el púlpito. Nada extraño. Los
gomecistas no se habían ocupado de la educación del pueblo en
veintisiete años; la jerarquía católica criolla, por su parte, no podía
separarse de las orientaciones de la Encíclica Divini Illius Magistri
(1929) de Pío XI, en la que se condenaba tanto la tesis del Estado
docente como la pedagogía de la Escuela Nueva.
Otras iniciativas en el orden educativo y pedagógico fracasa-
ron por la empecinada oposición conservadora. Ni siquiera el
Proyecto de Ley de Educación que introdujo en 1940 el Dr. Uslar
Pietri en su condición de Ministro de Educación Nacional pudo sal-
varse de la premeditada demora parlamentaria; incluso, luego de
aprobado fue objeto de la acción de dos demandas en su contra por-
que supuestamente atentaba contra la libertad de enseñanza. Hubo
que esperar que la Corte Federal y de Casación sentenciara en
diciembre de ese año contra los demandantes para que se aplicara
la nueva Ley de Educación.
Pudiéramos continuar en esta síntesis de lo que ha sido la difí-
cil evolución entre nosotros del principio que establece la interven-
ción del Estado en la educación; el escrito del Dr. Luis Beltrán
Prieto Figueroa que presentamos lo hará mejor que nosotros. Lo
que nos interesa mostrar es la persistente oposición en este tan deci-
sivo aspecto que involucra la soberanía nacional, el progreso públi-
co y el desarrollo económico y soberano.
Quienes se oponen a la tesis del Estado docente, ayer como
hoy, no comprenden o no aceptan la naturaleza política de la edu-
cación en tanto que ella se hace y rehace entre individuos, y, sobre
todo, entre sujetos sociales de una sociedad histórica determinada.
BIBLIOTECA AYACUCHO XIII