Page 19 - El Estado Docente
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des que no sean las nacionales. Lo que sucede es que algunos secto-
             res de la oposición no quieren admitir de modo público que se opo-
             nen a la Constitución vigente, la cual fue sometida a consulta y vota-
             da por la mayoría de venezolanas y venezolanos. Entonces nos
             acusan de querer adoctrinar, cuando lo cierto es que desde las escue-
             las cumplimos con la necesaria socialización política de las nuevas
             generaciones para evitarnos las anomias sociales que hoy padece-
             mos. Pero la oposición, insisto, nos acusa y nos acusará de adoctri-
             namiento partidista. Ese es su principal argumento.
                Ahora bien, ¿qué es para nosotros la política o lo político con
             mayúscula? La formación del republicano, como propuso don
             Simón Rodríguez; la formación del ciudadano, como lo expuso
             Prieto Figueroa. Si queremos tener una República necesitamos for-
             mar a un hombre para esa República; si queremos una más cohe-
             sionada y armónica nación tenemos que formar al ciudadano. Por
             eso, la educación es esencialmente un hecho político, porque el
             medio para crear ese republicano, ese ciudadano, es la educación.
             Todo modelo de sociedad que se quiera construir tiene un modelo
             de educación, y esto ha sido así en todas las épocas históricas. Todo
             modelo ideal de sociedad tiene su correspondiente modelo ideal de
             educación; toda filosofía política de la sociedad debe producir un
             modelo de educación que corresponda con el modelo de sociedad.
             No hay modelo de sociedad sin modelo educativo.
                En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
             hallamos un modelo de sociedad. Pero ciertos sectores enmascaran
             su oposición a la constitución que nos rige y la comparan con
             Chávez, la personalizan, no quieren admitir que ella es expresión
             de la mayoría. No aceptan el ideario político que contiene nuestra
             Constitución, su modelo social. Una constitución sin ideario políti-
             co es un absurdo. La nuestra lo expresa en su preámbulo; allí halla-
             mos el modelo de sociedad a la que aspiramos: democrática, parti-


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