Page 41 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
P. 41

Elementos agroambientales del oriente venezolano | 41



          más de nueve meses. Ello incide en el tipo de vegetación, cuyas variaciones
          reflejan la variabilidad climática (Elizalde et al., 2007). El tipo de clima que
          predomina es el de bosque tropical húmedo, ecosistemas caracterizados
          por el bosque denso, con especies arbóreas de alturas que están por el
          orden de los 25-30 m. En algunas laderas, existe la predominancia de una
          cubierta vegetal herbácea. Los suelos son superficiales, poco profundos en
          los valles y poco evolucionados; presentan alta fertilidad, lo que posibilita
          la explotación agrícola, fundamentalmente con cultivos permanentes de
          café y cítricos, actividad que se viene desarrollando con éxito desde el
          siglo XVIII, así como cultivos de hortalizas, maíz, tubérculos y pequeños
          conucos que sirven para el consumo familiar (Silva, 2009). Las limitaciones
          para  una mayor extensión  del potencial  agrícola están  asociadas  a las
          fuertes  pendientes,  suelos  superficiales  y  alta  pedregosidad.  En  estas
          zonas es fundamental conservar la vegetación natural protectora, a fin de
          garantizar la permanencia de las fuentes de agua. En esta unidad nacen los
          ríos Neverí, Manzanares, Guarapiche y San Juan, entre muchos otros que
          abastecen de agua a los 3,5 millones de habitantes del oriente venezolano.
             El café reviste gran importancia en Venezuela, debido a que es cultivado
          principalmente por pequeños agricultores con amplia tradición en este
          rubro, y del cual dependen casi exclusivamente para su sustento. De igual
          modo, las zonas cafetaleras juegan un rol importante en la conservación
          del ambiente  y recursos naturales, al proteger los suelos  en pendiente
          y contribuir con la sustentabilidad de la biodiversidad y los cuerpos de
          agua (Berlingeri  et  al.,  2007);  pero,  sobre  todo,  su  significancia  radica
          en su difundido consumo, que es de vital importancia nutricional para
          la población venezolana, la cual por su deficiente consumo de frutas y
          hortalizas tiene en el café el principal alimento fuente de fitoquímicos de
          alta capacidad biológica aportado por la dieta (Ekmeiro et al., 2015) que
          potencian beneficios para la salud con su consumo diario y está enmarcado
          dentro  de  la creciente  tendencia  de  ingesta  de  alimentos  funcionales
          (Aguiar et al., 2016).
             El cafeto llega a Venezuela en 1730, proveniente de Cayena y es el
          misionero jesuita Gumilla quien establece plantaciones en las misiones
          de su orden, en las riberas del río Orinoco. Para 1783, se lleva al valle
          de  Caracas,  específicamente  en  lo  que  hoy  se  conoce  como  Chacao
          (MAT, 1994). Desde finales del siglo XIX, el café fue introducido en el
          norte de Anzoátegui, en la zona del macizo del Turimiquire, consiguiendo
   36   37   38   39   40   41   42   43   44   45   46