Page 39 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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Elementos agroambientales del oriente venezolano | 39
capitalista, se incrementó el impulso hacia la producción de los rubros que
eran destinados a la agroindustria, tales como algunos cereales, textiles,
oleaginosas y caña de azúcar; mientras que a productos que fueron
destinados históricamente para la autosubsistencia, como los granos,
leguminosas, y tubérculos, se les restó una importancia considerable. Para
el año 1976, el 70 % de la producción agropecuaria del país era destinada
a la agroindustria (Ríos y Prato, 1990). Dentro de este contexto, incluso
aquellos productores que mantenían el control sobre sus medios de
producción y subsistencia también se convirtieron en consumidores de
los productos procesados por la agroindustria, a la vez que comenzaron
a especializarse en la producción de nuevos cultivos de importancia
comercial que sustituían los cultivos tradicionales e históricos; y así el
patrón de consumo comenzó a perder alimentos que históricamente
habían sido medulares en la dieta, considerados “fundamentales” para
mantener la salud y la vida, como las leguminosas nativas, las raíces y
tubérculos, el consumo de casabe y de variedades de maíz autóctonas
que son desplazados por el trigo y sus derivados, la cultura del café y del
chocolate son afectadas por refrescos y chucherías industriales; y en las
costas orientales, donde se origina el 80 % de las capturas pesqueras del
país, la población prefiere consumir pollo, industria dependiente en su
totalidad de insumos importados (Ekmeiro et al., 2015).
El oriente venezolano, con su enorme diversidad edafoclimática,
repartida en sus 85 150 km , se ha constituido históricamente en uno de
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los pilares fundamentales de la cultura alimentaria venezolana. Los hechos
culturales son fenómenos vivos, y particularmente los relacionados con el
ambiente, las agriculturas y la alimentación. Es por ello que, en el presente
texto, nos planteamos mostrar una revisión en función a esa diferenciación
sistemática de los paisajes que estructuran subregiones dentro del oriente
venezolano y que condicionan la manera de vivir y producir, a través de
sistemas alimentarios particulares. Esta revisión la acompañamos con
experiencias representativas de cada región seleccionada, para ilustrar las
vivencias desde las prácticas cotidianas (figura 1).