Page 37 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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Elementos agroambientales del oriente venezolano | 37
de poder y que atraviesa a todos los actores sociales activos hacia una
transición agroecológica (González de Molina, 2012).
Los actores actuales tratan de vincularse con sus referentes históricos
para adecuar las prácticas productivas de alimentos y rescatar la tradición
de su consumo, en una lucha no siempre perdida hacia el rescate de otras
formas muy antiguas de hacer agriculturas en la región. La invención
de la agricultura y el desarrollo de la vida sedentaria fue un proceso que
ocurrió de forma independiente en diversas regiones de Sudamérica, y
particularmente en el territorio venezolano. El noreste de Venezuela
parece haber sido uno de esos centros originales o pioneros del cultivo,
evidenciado por la presencia de herramientas agrarias, tales como
hachas y azadas líticas, majadores cónicos y morteros circulares, para
procesar alimentos vegetales, los cuales aparecieron entre las poblaciones
recolectoras-pescadoras-cazadoras que habitaban alrededor de la laguna de
Campona, actual estado Sucre, hace 4600 años (Sanoja, 1989). En el oriente
de Venezuela, el descubrimiento de la agricultura estuvo fundamentado en
la domesticación de plantas vegetativas, como la yuca (Manihot utilissima),
además de otras raíces y tubérculos silvestres endémicos de la región,
tales como el ocumo (Dioscorea sagittifolia), el lairén (Calathea alluia), el
guapo (Maranta arundinacea) y la pericaguara (Canna edulis). El origen del
cultivo se dio en un contexto sociocultural que ya indicaba la existencia
de aldeas sedentarias. Los habitantes de estas explotaban de manera
orgánica un conjunto de variados ecosistemas: el marino, donde pescaban
y recolectaban moluscos marinos; el fluvial del caño Chiguana, donde
pescaban peces y cazaban caimanes; el ecosistema del manglar, donde
pescaban peces y recolectaban ostras, gastrópodos y cangrejos; el palustre,
donde pescaban y cazaban diversas aves; los suelos arenosos húmicos
en torno a la laguna de Campona donde desarrollaban, al parecer, sus
cultivos; y los bosques tropicales secos que rodean la cuenca de la laguna,
utilizados como campos de caza de venados, báquiros, tigres, etcétera
(Sanoja y Vargas-Arenas, 1995). Esto significó también la disolución
de la sociedad apropiadora y el inicio de la sociedad tribal productora de
alimentos, y ocurrió en el oriente venezolano hace 3000-2800 años, cuando
los lugareños perfeccionaron el proceso de transformar el bien natural
representado por raíces de la yuca, en un alimento diseñado y construido
por humanos (Sanoja, 1979). En ese sentido, la agricultura precolonial
indígena le deja a la subsecuente sociedad colonial un legado alimentario