Page 194 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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194 |  Agroecologías insurgentes en Venezuela



            Asimismo, el mencionado  autor  plantea que, con base en estas
         dinámicas, desde  fechas muy  tempranas se  constituyeron  redes  para  el
         intercambio  de  valores de  uso entre  las  comunidades  venezolanas,  lo
         que configuró regiones geohistóricas con nuevas relaciones sociales de
         producción características  de la formación productora  de alimentos.
         Con relación a esto, Vargas y Sanoja (2015) señalan que en Venezuela
         “la coherencia de las regiones geohistóricas precapitalistas respondía  a
         la posibilidad y/o necesidad de integrar y combinar entre las diferentes
         etnias sus procesos productivos y reproductivos” (p. 30).
            Sanoja  (2011)  se  refiere  a  la  agricultura  precolonial  indígena  como
         un “sistema tecnológico integral, económico y social para la producción
         agrícola”, a  partir del cual estas  comunidades aborígenes ocupaban
         territorios naturales creando “paisajes agrarios de producción”
         (p. 148). En estos paisajes, la economía era en su mayor parte de carácter
         subsistencial, se ejercía una transformación ambiental de baja intensidad,
         modificando  los  ecosistemas  solo  para  la  implantación  de  campos  de
         cultivo o construcción de montículos agrícolas en lugares específicos con
         suelos ricos en materia orgánica (Sanoja, 2011).
            A partir del siglo XVI, lo anterior se transforma debido a los procesos
         de acumulación de capital y establecimiento de relaciones de poder por
         parte  de los conquistadores, lo cual incidió en la estructura  espacial y
         sociocultural de las regiones geohistóricas del país. En este proceso, según
         Sanoja (2011):


               (…) la agricultura precolonial indígena produjo a la sociedad colonial
               un legado alimenticio de extraordinaria riqueza, integrado por
               granos, leguminosas, amarantáceas, hortalizas, tubérculos y raíces,
               fibras  vegetales,  maderas,  resinas  y  aceites,  nueces  y  frutas,  cuya
               producción formaba parte de sistemas agrarios basados, unos en
               la agricultura de regadío, y otros en la horticultura de roza y quema,
               los cuales constituyeron el fundamento de la vida social venezolana
               desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XX (p. 148).

            La conquista y la imposición del orden colonial en Venezuela
         significó,  según  Sanoja  (2011),  “un  violento  cambio  en  la  calidad
         ambiental, humana y cultural del territorio y de la población aborigen
         venezolana al propiciar la desaparición de los antiguos paisajes culturales
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