Page 177 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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Políticas y estrategias de la formación agroecológica en Venezuela | 177
las sabidurías locales que emanan de una variedad de iniciativas
comunitarias (Núñez, 2004; De Sjostrand, 2011; Rosset, 2015), en
lo que se refiere por ejemplo la figura del maestro pueblo, que es
el reconocimiento de otro maestro (campesinos/as, mujeres que
sanan, entre otros), que la comunidad considera sabio (Escalona y
Escalona, 2011). Tal reconocimiento ha contribuido a construir un
discurso más amplio que refuerza el punto de vista agroecológico
del sistema agroalimentario, en su conjunto y a nivel nacional, no
solo sobre la producción de alimentos, sino considerando nociones
políticas, económicas y culturales asociadas con la formulación de
este discurso enunciativo, antiimperialista y soberano (Domené-
Painenao y Herrera, 2019). Para ello, se recrean metodologías
educativas, como el proyecto en UBV, el proyecto formativo en
las PNF o IALA, y, de una forma más abierta, en las propuestas
educativas de las universidades indígenas y campesinas. Lo común
es la búsqueda de un diálogo real y el reconocimiento, en este, de
otros actores que también poseen conocimiento y experiencias.
• El impulso a un nuevo modelo educativo, centrado en la formación
ética, dirigido a transformar la sociedad, a comprender la realidad
y el entorno y a insertarse en el modelo productivo socialista. Un
nuevo profesional, articulador entre las comunidades y el Estado.
En los perfiles curriculares, quedan muy claros los objetivos
políticos del programa y, en las ofertas académicas, se observa una
modalidad de integración a la realidad, enmarcada en las políticas
públicas. No son perfiles apolíticos, instrumentales; al contrario, se
promueve la continua reflexión y el análisis crítico de la realidad,
que propicia un abordaje interdisciplinario. Esto, en el caso de la
formación agroecológica es importante, porque determinará el
desarrollo de propuestas agroecológicas situadas, relacionales y de
bases populares (Domené-Painenao y Herrera, 2019).
Estas estrategias han permitido incorporar nuevas universidades
en los territorios, en el marco de un modelo de desarrollo equitativo,
y reducen la contradicción entre la ciudad y el campo, y distribuyen la
inversión pública en todo el país. De la misma manera, promocionan
la participación de nuevos actores, como el poder popular, establecido
en el marco legal y que favorece la emergencia de la agroecología en el
horizonte agroalimentario nacional.