Page 174 - Agroecologías insurgentes en Venezuela Territorios, luchas y pedagogías en revolución
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174 | Agroecologías insurgentes en Venezuela
comprometido con la transformación del Estado, con un espíritu crítico y
creativo, con ética y valores; entonces, nacen otras opciones de formación
universitaria (Castellano, 2011).
Esta antesala favorece la emergencia de la agroecología como formación
universitaria. Sin embargo, en el contexto de país rentista y dependiente
alimentariamente (Morales, 2009), es todo un reto por superar. En esta
realidad, emergen tensiones, entre las universidades tradicionales que son
reproductoras del modelo de agricultura moderna (Cruces, 2000), frente a
una nueva universidad, que incorpora un proceso de recreación de nuevos
currículo y abordajes metodológicos novedosos.
Esta nueva institucionalidad estará marcada desde su inicio. Una,
por el plantel de profesionales que la conformará, al ser proveniente de
las instituciones tradicionales conllevan en sí los métodos y las formas
de pensar de estas universidades (Sandoval, 2010); por otro lado, existe
una cultura universitaria instaurada en los imaginarios sociales, donde
prevalecen los valores de las lógicas universitarias tradicionales. Pero,
también, se crean universidades provenientes de procesos de organización
de bases populares, como las campesinas, indígenas y de movimientos
sociales que, desde su origen, establecen una ruptura con estas formas
y maneras de estas instituciones tradicionales (Ures, 2014; Alcalá, 2011);
creando así un mosaico de nuevas instituciones, diversas por su origen y
su lugar de enunciación.
No obstante, en todos los documentos curriculares se manifiesta la
necesidad e intención de romper con la lógica de la universidad como
centro de poder (D’Amario, 2009) y se plantea un cuestionamiento a las
formas, principios y prácticas de funcionamiento de las universidades
tradicionales. Del mismo modo, que entra en conflicto con sus posturas
filosóficas hegemónicas sobre la concepción de la universidad, la ciencia y
la educación moderna (D’Amario, 2009; Sandoval, 2010).
En parte, al romper con esta lógica, la universidad deja de ser un
espacio físico estático donde se anida el poder, para desplazarse hacia
otros territorios, el inexistente (Núñez, 2004; Castellano, 2011). Para ello,
se recrean otras formas como espacio formativo, como ejemplo, lo que en
el Documento Rector de la UBV (2013) denomina la Universidad sin muro, esto
permite desplazar-dispersar ese poder y llegar a comunidades organizadas,
que participan activamente en la construcción de nuevos espacios
universitarios, los ambientes (Domené-Painenao y Herrera, 2019), que son