Page 75 - Carabobo Bajo Palabra
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carabobo bajo Palabra  75



          canza el héroe en el campo de batalla lo distancia de su obra y, al mismo
          tiempo, lo confronta con esta:
             Y lo que amó
             con pasión
             de sí mismo
             y su existencia
             comienza a ser distante
             y todo le pertenece y nada tiene.

            El poeta pone su mira y su lira en un proceso de renunciación del
          Libertador. Después de Carabobo pudo quedarse en el poder, pero re-
          nuncia al mando y emprende su campaña del sur. De no hacerlo, peli-
          graría la victoria.

             «La Historia no dirá nada
             tan grande
             —confía Bolívar a Gual,
             después de Carabobo—
             como mi desprendimiento del mando
             y mi consagración absoluta
             a las armas
             para salvar al gobierno
             y a la Patria».

            No será solo la renuncia al mando, ni su único desprendimiento.
          A esta altura del poema viene a la memoria otro poeta, Andrés Eloy
          Blanco, quien en celebrados versos confiesa: «cuando renuncie a todo,
          seré mi propio dueño». Paz Castillo evoca su última proclama —«si
          mi muerte contribuye…»— como su último desprendimiento por la

          unión, por la unidad, por su sueño grancolombiano. Es el abono con
          su propia vida, con su propio cuerpo, con su propia muerte creadora
          y fertilizadora «a la fúlgida espiga de futuro», o como cantaría César
          Rengifo, a la «espiga sembrada en Carabobo».
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