Page 74 - Carabobo Bajo Palabra
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74 earle Herrera



                Ya Bolívar no es guía, sino camino. ¿Es distinto a los otros? Definitiva-
             mente. Esa es su grandeza y su angustia. Ha de vivir con esa «carga», con
             esa realidad, el resto de sus días. En el alma del Libertador, en su psique,
             han intentado penetrar y diagnosticarla historiadores y psiquiatras, con
             mayor o menor fortuna. El poeta, filósofo y ensayista Ludovico Silva es-
             cribió un airado artículo titulado «Bolívar despedazado». Allí advierte:

                 Francisco Herrera Luque, psiquiatra e historiador, nos entrega en
                 un pequeño ensayo a un Bolívar de carne y hueso que más bien
                 parece compuesto de carne corrupta y huesos paleolíticos. El psi-
                 quiatra, empeñado en meterle a la fuerza a Bolívar sus categorías
                 psicoanalíticas, traiciona casi por completo al historiador, y lo hace
                 incurrir en una serie sistemática de contradicciones que terminan
                 por presentarnos a un Bolívar despedazado, alienado dentro de sí
                 mismo y, en suma, un loco de manicomio. En su empeño psiquiá-
                 trico el autor habla, por ejemplo, «de esa fijación incestuosa hacia
                 el terruño» —puro freudismo trasnochado— que paradójicamen-
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                 te hace que Bolívar huya de Caracas y fije la capital en Bogotá .
                No nos estamos desviando del tema de este ensayo, pero es imposible
             hablar de Carabobo sin hacerlo de Bolívar. O de Páez. O de Cedeño. O
             de Plaza. O de Farriar. O de Pedro Camejo, en fin. El poeta Fernando

             Paz Castillo nos muestra Carabobo, después de la batalla, desde la pers-
             pectiva existencial del Libertador. Es un punto de mira distinto al del
             historiador o el del biógrafo. El poeta no intenta psicoanalizar al héroe.
             Lo ve y lo canta en un poema cuando ya se ha disipado la pólvora de
             Carabobo, pero no el impacto de la victoria y los efectos del logro de la
             independencia, tanto en Bolívar como en los pueblos liberados por su
             espada, así como en los hombres que con él lucharon. La gloria que al-




             [68]_ Ludovico Silva, Letra y pólvora, Alcaldía del Distrito Metropolitano de Cara-
             cas, Fundación Ludovico Silva, Caracas, 2007, p. 307.
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