Page 53 - Carabobo Bajo Palabra
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Otros dos datos no menos importantes: Blanco cursó la secundaria
en el colegio El Salvador del Mundo, bajo la conducción magisterial
de Juan Vicente González, uno de los más insignes tribunos, perio-
distas y escritores del siglo XIX. El estilo es el hombre, dice el aserto,
y es verdad; pero también, el estilo es el maestro; quien nos formó o
hayamos leído. Asimismo, Blanco fue militar y, como ya se dijo, es-
tuvo bajo la conducción de José Antonio Páez. La formación militar
también influye en nuestro lenguaje y deja huellas en el estilo. Hay
en Venezuela heroica toques de diana, desfiles de banderas, trompetas
de guerra y coros de himnos y canciones patrióticas. Y la gesta de
Carabobo fue eso y mucho más para alguien con formación literaria
y militar.
Sobre la batalla que sellará nuestra independencia, ya lo dijimos, es-
tuvo más presente la lírica que la narrativa. Y la primera hubo de oír
el llamado de Andrés Bello para que dejara «la culta Europa» y volvie-
ra su atención a lo real maravilloso americano, para decirlo con Alejo
Carpentier. De allí que Venezuela heroica se constituya en un oasis en
el desierto narrativo que tuvo a la emancipación como tema. En este
contexto, la contienda de Carabobo no será la excepción. En la intro-
ducción de su libro, el propio autor lo señala:
(…) En cambio, adoptábamos como nuestras las glorias caste-
llanas. Era este un consuelo, no una satisfacción. Para los pue-
blos todos, vivir sin propia gloria equivale a vivir sin propio
pan; y la mendicidad es degradante. El Cid, Gonzalo y Don
Pelayo, eran los héroes de todas las leyendas. La conquista de
Granada, el poema por excelencia: nuestros padres se lo sabían
de memoria. Como se ve, la poesía del heroísmo nos venía de
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allende los mares .
[33]_ Eduardo Blanco, Venezuela heroica, Fundación Tradiciones Caraqueñas,
Ministerio del Poder Popular para Economía y Finanzas, Caracas, 2008, p. 17.