Page 52 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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50  Jorge Núñez SáNchez



               El territorio. Quito era un dilatado país, cuyas fronteras abarca-
             ban, por la parte Norte, desde el puerto de Buenaventura hacia las
             ciudades interiores de Cali y Buga y hacia los territorios orientales
             de Chapanchica y Guarchicona; por la parte Sur, desde el puerto de
             Paita, exclusive, pero incluyendo luego las poblaciones interiores de

             Piura, Cajamarca, Chachapoyas, Moyobamba y Motilones, así como
             el extenso territorio de Jaén de Bracamoros, ubicado en la margen de-
             recha del Amazonas. Por el Oriente, incluía los territorios de Quijos,
             Canelos, Macas, Maynas y Yaguarzongo, de modo que su único límite
             cierto por este lado estaba marcado por la acción colonizadora de las

             órdenes religiosas quiteñas y las expediciones militares españolas, que
             enfrentaban los avances de los bandeirantes portugueses hacia el Oes-
             te de la hoya amazónica.
               Esa acción colonizadora y evangelizadora realizada desde Quito, en

             favor de España, fue muy amplia. Los dominicos incursionaron y esta-
             blecieron misiones en Canelos. Los franciscanos lo hicieron en el área
             del Putumayo, el Napo y el Marañón, hasta las posesiones de Portugal,
             y alguno de ellos repitió la hazaña de Orellana, viajando desde Qui-
             to hasta España. Los mercedarios y los agustinos colaboraron con las

             expediciones militares que salieron desde Loja hacia las provincias de
             Jaén y Maynas, situadas en la parte septentrional del Marañón. Pero,
             sin duda, fueron los jesuitas quiteños quienes desarrollaron la más am-
             plia labor colonizadora, pues su labor misional abarcó tanto las zonas
             de Quijos, Sucumbíos, Pastaza, Napo y Aguarico, al norte del Amazo-
             nas, así como las vastas selvas de Maynas y Moxos hasta el Huallaga y

             el Ucayali, cerca del Cuzco. Esa labor colonizadora y administrativa de
             la Audiencia de Quito en la hoya amazónica se extendió, no sin tro-
             piezos, hasta la expulsión de los jesuitas de los dominios americanos de
             España, por una Real Pragmática del rey Carlos III, en 1767.
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