Page 30 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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28  AlexAnder Torres IrIArTe



             La situación expuesta por Páez era crítica. Atormentados por la caballe-
             ría realista, lograron pasar a la ofensiva con pocas posibilidades de ven-
             cer. Ante los carabineros comandados por Narciso López, Páez ordena
             a Rondón, acompañado de veinte hombres lanzas en ristre, de aguardar
             astutamente el ataque de la caballería española para acometer el contra-
             ataque. El éxito sonrió al grupo de Rondón, y Páez les dio los elogios
             de rigor: “Cuando vi a Rondón recoger tantos laureles en el campo de

             batalla, no pude menos que exclamar: ‘Bravo, bravísimo, comandante’.
             ‘General, me contestó él, aludiendo a una reprensión que yo le había
             dado después de la carga que dieron a López pocos días antes, general,
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             así se baten los hijos del Alto Llano’” .
               En tal sentido, comprender las características de la región apureña en
             la época independentista —de padecimientos, de un sol de fuego, sin una
             gota de agua, de ración de carne flaca y sin sal, pero de un Simón Bolívar
             de treinta y siete años vigoroso física y mentalmente, a decir de O’Leary en
             sus Memorias— es insoslayable para entender el calibre de la obra ahora
             celebrada. Con esta orientación Mijares compara al Libertador con Na-
             poleón, saliendo el primero mejor parado que el afamado líder europeo.
             Un Bolívar orteguiano —el de yo y mis circunstancias—, un hombre
             que a pulso, sorteando los obstáculos más difíciles, con empeño casi

             sublime, se remontó sobre los elementos con fines nunca esclavizantes:
                   Esas alternativas de esplendor y de situaciones casi humillan-
                 tes, que encontramos en la vida del Libertador, nos hace pensar
                 cuán forzado es el paralelo de Bolívar con Napoleón, que suele
                 hacerse. Tanto el ascenso como la caída de Napoleón son verti-
                 cales; y la estabilidad de su fortuna, cuando llega al cenit, se sos-
                 tiene por triunfos ininterrumpidos que parecen dones gratuitos
                 de una fuerza sobrenatural. Bolívar, por el contrario, tuvo que
                 luchar por largos años consigo mismo y contra innumerables


             [4]_ Idem.
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