Page 35 - De Angostura a Colombia EL COMBATE POR LA LIBERTAD Y UNA MAGNA REPÚBLICA EN 1819
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Si bien la fortuna parece balancearse hacia el ejército patriota, este
solo era el comienzo. Se acercaba el escollo mayor y el 22 de junio
lo vino a saber el mismo Libertador: la cadena de los Andes, en una
estación del año bastante contraria para sus maquinaciones. Si a esto
le sumamos que el grueso de tropa era de zonas calientes, el cuadro se
complicaba. Con cada cuesta que conquistaba el bando patriota avista-
ban una montaña más grande. Un ejército alicaído por un espectáculo
distinto a ríos infestados de caimanes y selvas cundidas de tigres, era una
situación digna para una novela de aventura, hecho nada ficticio sino de
prosaica realidad. A cada escalada menos oxígeno y más frío para hom-
bres de tierras cálidas e imaginarios de llanuras y caballos. Cuatro días
en esas condiciones se hacía una eternidad, la tracción animal era inútil
y el ganado no sobrevivía. Sin embargo, soldados desmoralizados y des-
ordenados por la conspiración del clima eran adoctrinados por un opti-
mismo proverbial del Libertador. Reanimar las tropas era fundamental
en un momento que todo se veía sin sentido. Afortunadamente, el sino
trágico mutó: el 27 de junio se toparon con el enemigo comandado
por el coronel José María Barreiro. Escaramuza en Paya que favorece
al cansado bando patriota. Es el momento en el cual Bolívar lanza su
primera proclama, con gran tono optimista, en el territorio que ahora
venía a liberar. Era también el momento del cálculo del alucinante tra-
yecto: reunió a sus generales y los puso a elegir si continuaban o no en
la campaña, siendo el resultado positivo.
Vencer o morir
Hay palabras que por su uso excesivo y acomodaticio se fueron vaciando
de contenidos. Voces que por el abuso fueron a dar al barril sin fondo de
la demagogia y el patrioterismo. Este hecho innegable del mal empleo
de términos pudo calzar muy bien con estudios críticos que terminaron