Page 68 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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La experiencia de mayor resonancia en el campo del transfor-
            mismo ha sido la del PT, un partido con orígenes obreros y una
            gran proyección en las clases medias urbanas, que de la mano de
            la CUT y con el apoyo de numerosos movimientos sociales supo
            ser el modelo inspirador para otras izquierdas de la región. Un par-
            tido clasista nacido de las huelgas obreras en tiempos de dictadu-
            ra militar, pero que progresivamente iría sufriendo una “mutación
            genética”  para ir adaptándose al capitalismo de 1990. Para autores
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            como André Singer, el concepto de revolución pasiva es clave en
            la explicación del lulismo, pues este se instituiría en una varian-
            te conservadora de la modernización, proponiendo un modelo de
            cambio social en el cual el Estado tiene un rol prominente en la
            incorporación de los más pobres, sin que esto suponga una ruptura
            con los sectores más reaccionarios del mundo rural como tampoco
            con el orden dominante de los intereses financieros .
                                                           11
             El agotamiento del pacto lulista habría comenzado a experi-
            mentarse hacia 2013 con la crisis, lo cual marcaría el inicio de un
            nuevo ciclo de protestas. El fin de ciclo es conocido: la destitu-
            ción de Dilma Rousseff, realizada por un Parlamento donde gran
            parte de los legisladores que votaron a favor de su desplazamien-
            to  están  involucrados  en  graves  casos  de  corrupción,  ilustra  el
            nivel de debilidad del PT, e incluso de movimientos sociales que
            lo acompañaron (MST, entre ellos), ante la apuesta de “radicali-
            zación conservadora”  realizada por el establishment brasileño
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            con Michel Temer.

            Final de ciclo
            Los diferentes gobiernos progresistas aumentaron el gasto públi-
            co social, lograron disminuir la pobreza a través de políticas socia-
            les y mejoraron la situación de los sectores con menos ingresos, a
            partir de una política de aumento salarial y del consumo. Sin em-
            bargo, no tocaron los intereses de los sectores más poderosos: las
            desigualdades persistieron, al compás de la concentración econó-
            mica y del acaparamiento de tierras. En esta línea, los progresis-


            10. Modonesi, M. (2015). Fin de la hegemonía progresista y giro regresivo en América Latina. Una
            contribución gramsciana al debate sobre el fin de ciclo.
            11. Citado en Fábio Cardoso, André Singer, os sentidos do lulismo: reforma gradual e pacto con-
            servador. São Paulo, Cia. das Letras, 2012. 276 pp., http://www.scielo.br/pdf/ts/v24n2/
            v24n2a14.pdf.
            12. Schalvelzon (2016), “La llegada de Temer. Radicalización conservadora y fin de ci-
            clo”, https://www.aldhea.org/la-llegada-de-temer-radicalizacion-conservadora-y-fin-de-
            ciclo, consultado el 28/12/2016.
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