Page 62 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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angurria y el abuso de empresas y países del Norte. Unidos, vamos
a poder pisar fuerte en el siglo xxi y marcar nuestro destino.
Hacia la próxima oleada progresista y revolucionaria
La derecha quiere retomar la iniciativa y en algunos lugares lo han
logrado, aprovechando estas debilidades. ¿Qué va a pasar?, ¿en qué
momento estamos?, ¿qué viene a futuro? No debemos asustarnos
ni ser pesimistas ante estas batallas que se vienen. Marx, en 1848,
cuando analizaba los procesos revolucionarios, siempre hablaba de
la revolución como un proceso por oleadas. Nunca imaginó un pro-
ceso ascendente, continuo, de revolución.
Estamos ante el fin de la primera oleada, y está viniendo un replie-
gue. Serán meses, serán años, pero está claro que como se trata de
un proceso, habrá una segunda oleada, y lo que tenemos que hacer
es prepararnos, debatir qué cosas hicimos mal en la primera oleada,
en qué fallamos, dónde cometimos errores, qué nos faltó hacer, para
que cuando se dé la segunda oleada, más pronto que tarde, los pro-
cesos revolucionarios continentales puedan llegar mucho más allá,
mucho más arriba, que lo que lo hicieron en la primera.
Y esta segunda oleada podrá ir más arriba porque tendrá unos so-
portes, un punto de partida que no lo vamos a ceder. Tendrá a una
Bolivia, a una Cuba, a una Venezuela, tendrá a un Ecuador, firmes.
Tocan tiempos difíciles, pero para un revolucionario los tiempos
difíciles son su aire. De eso vivimos, de los tiempos difíciles, de eso
nos alimentamos. ¿Acaso no venimos de abajo, acaso no somos los
perseguidos, los torturados, los marginados, de los tiempos neolibe-
rales? La década de oro del continente no ha sido gratis. Ha sido la
lucha desde abajo, desde los sindicatos, desde la universidad, de los
barrios, la que ha dado lugar al ciclo revolucionario. No ha caído del
cielo esta primera oleada. Traemos en el cuerpo las huellas y las heri-
das de luchas de los años 1980 y 1990. Y si hoy, de manera provisoria,
temporal, tenemos que volver a esas luchas, bienvenidas. Para eso
es un revolucionario.
Luchar, vencer, caerse, levantarse, luchar, vencer, caerse, levan-
tarse. Hasta que se acabe la vida, ese es nuestro destino.
Por lo tanto, es un buen tiempo. Siempre es un buen tiempo, en
gestión de gobierno o en oposición, el continente está en movimiento
y, más pronto que tarde, ya no serán simplemente ocho o diez países,
seremos quince, seremos veinte, treinta países que celebraremos esta
gran Internacional de pueblos revolucionarios y progresistas.
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