Page 32 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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Aprendizajes claves para los pueblos
Las experiencias de los gobiernos populares significaron para los
pueblos transitar por un conjunto de aprendizajes. Entre ellos, des-
taco aquí:
• Quedó al descubierto –en los hechos– que gobierno y poder no
son sinónimos, que las revoluciones democráticas no son sinónimos
de la otrora “vía pacífica”; suponen la profundización del conflicto
político como vehículo de la lucha de clases, anudada fuertemente
con una profunda batalla político-cultural de ideas.
• Un proceso revolucionario no se define como tal por el hecho
de que militantes de izquierda ocupen cargos en el Estado y el go-
bierno, sino por abrirse hacia la democracia popular (participativa)
para avanzar en la construcción colectiva de las nuevas vertientes
del nuevo poder, el poder popular, desde las comunidades, las co-
munas, los movimientos indígenas, barriales, de campesinos, de
mujeres, ecologistas, LGTB, etc.
• La democracia no se circunscribe a lo electoral; es parte de
una red constructora de los consensos sociales que garantizan la
repetición de los ciclos electorales, acorde con los intereses de las
clases a las que responde.
• El crecimiento económico es importante, pero insuficiente.
• La búsqueda, creación y construcción de una nueva civiliza-
ción, superadora de la que está regida por los intereses del capital,
implica crear, construir y sostener otro modo de producción y repro-
ducción de la vida social, otro modo de vivir y convivir (el buen vivir).
• La educación política, la batalla ideológica, es central. Y está
anudada a la participación política, al empoderamiento. Este ger-
mina con la participación consciente y protagónica de los sujetos
en los procesos sociotransformadores.
• Caducó la concepción de la política desde arriba y a “dedo”
propia del siglo xx, la subestimación de la política, y las viejas mo-
dalidades de la representación política que suplantan el protago-
nismo popular y fragmentan lo político de lo social.
• Agotamiento de la fragmentación entre lo social y lo político,
sus organizaciones y sus modalidades de acción y existencia. Arti-
culación y construcción de convergencias marcan las bases para
lograr un nuevo tipo de unidad (con diversidad).
• Fin del maximalismo teórico y el minimalismo práctico pro-
pio de sectores (ultra)izquierdistas.
• Fin del pensamiento liberal de izquierda y de las prácticas
que, en virtud de ello, aíslan a la militancia de los procesos concre-
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