Page 36 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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la sociedad en la vida política. Se amplió considerablemente el
espacio público.
Fue un periodo sin igual en la historia de nuestro continente.
Conseguimos avances simultáneos en el fortalecimiento de las ins-
tituciones democráticas, en el crecimiento económico y en la dis-
tribución más ecuánime de los frutos del desarrollo entre nuestros
pueblos. Como novedad histórica, América Latina se tornó protago-
nista global en la reducción de la pobreza y la desigualdad.
¿Qué errores cometieron los gobiernos progresistas y qué acier-
tos tuvieron las derechas para dar lugar a esta reconfiguración
del escenario regional?
Hay elementos específicos para explicar cada caso nacional, pero es
innegable que la derecha orquestó regionalmente una fuerte opo-
sición, desde el inicio, a los gobiernos populares. Utilizó tanto los
amplios poderes que poseía y posee –los medios de comunicación
monopolizados, entidades empresariales y segmentos del aparato
del Estado, incluyendo el Poder Judicial– para promover el cerco a
los gobiernos progresistas y tratar de derrocarlos. Esta tarea fue faci-
litada en aquellos países donde la transición de las dictaduras a las
democracias se hizo sin grandes rupturas, preservando elementos
del antiguo régimen. Fue más dificultosa, e incluso frustrada, en paí-
ses donde ocurrió una inmediata “reconstitucionalización”, aprove-
chando el impulso del movimiento popular.
El análisis autocrítico de los procesos está en curso. Este apunta
a los errores de conducción económica, pérdida de la relación con
segmentos de los movimientos sociales, distanciamiento de parce-
las de las clases medias, subestimación de la capacidad de movi-
lización de la derecha, del peso conservador de las instituciones y
de las presiones internacionales. Una mayor integración regional,
a pesar de muchos avances logrados, hubiera preservado más los
procesos progresistas en curso.
Cabe recordar, igualmente, que a partir de 2008 el escenario de
la crisis internacional hizo tambalear el ambiente económico. No
puede ser dejado de lado el hecho de que Estados Unidos perdió
mucha de su posición geopolítica en la región. Aunque no haya
recurrido a instrumentos “clásicos” de intervención, como en el
pasado, es evidente que no se quedó quieto.
¿Qué reflexiones hace sobre las condiciones que permitieron su
destitución? ¿Cuál fue el objetivo central del golpe en Brasil?
El golpe que interrumpió mi mandato tuvo un objetivo claro: reto-
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