Page 161 - América Latina. Huellas y retos del ciclo progresista
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(el instrumento político) en el mismo freno del desarrollo político
              de la transformación revolucionaria”.
                No es suficiente ganar la pulseada a los sectores conservadores,
              que se da con costos enormes a fines de 2008. Es necesario man-
              tener un horizonte político estratégico de transformaciones y no
              caer en el coyunturalismo liberal electoral. Como no se pudo hacer
              esto, empezó a primar el pragmatismo estatalista economicista y
              las fuerzas conservadoras “constructoras de estados”.
                Los últimos procesos electorales han planteado desafíos enormes.
              Se ha perdido en la gobernación de La Paz y en las alcaldías de Co-
              chabamba, La Paz y El Alto y, peor aún, se ha perdido el referéndum
              en febrero de 2016 que buscaba cambiar la Constitución y habilitar
              una nueva postulación de Evo Morales en 2019. En medio de una
              ofensiva conservadora en la región, es urgente retomar una reflexión
              autocrítica que permita abrir un escenario de construcción colectiva
              de agenda desde la sociedad y reconducir el proceso de cambio.

              A manera de conclusión
              Más que nunca es necesario plantearse un reagrupamiento de las
              tendencias auténticamente autoemancipatorias de la forma lo más
              amplia posible, para ir construyendo una agenda desde la sociedad y
              comprendiendo la importancia de la interlocución con el germen de
              Estado Plurinacional que hemos construido con todas sus deficien-
              cias e insuficiencias.
                Un reagrupamiento que entienda la importancia de la necesa-
              ria autocrítica, corrección y rectificación del proceso que estamos
              viviendo desde 2010. Es fundamental plantearse un trabajo a gran
              escala por la construcción de poder popular desde abajo, de reor-
              ganización que apunte al socialismo comunitario, de politización
              de los nuevos sectores medios en vez de adularlos. Retomar viejos
              debates sobre cómo avanzar hacia el socialismo comunitario con
              realismo y tal vez lentamente pero con ese norte desde hoy mismo.
                Estamos ante el desafío de mantener y sostener un proceso eco-
              nómico que no se descomponga, pero que equilibre con la cons-
              trucción de lo que Alfredo Rada llama “radicalizar las conquistas
              democráticas”. Retomar la perspectiva de potenciar las formas de
              autoorganización social autónoma, construcción de formas de au-
              togobierno social, comunitarización del Estado, etc. Todo esto es
              imposible si no encaramos un proceso de largo aliento pero urgente
              de autocrítica sincera que salga de sólo salvar cada vez con mayores
              déficits las coyunturas y sostener la gobernabilidad del poder.


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