Page 96 - Yo quiero ser como ellos
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Zetty Muskus y Jorge Vásquez hacen honor a la petición del
cantor del pueblo cuando nos pide: “que mi canto no se pierda”. Ese
canto perdura en la voz de los juglares de la cultura popular y en
la letra de un libro excepcional para un hombre excepcional: Alí
Primera, uno de nuestros imprescindibles.
Alí primera al filo de los sueños
Siempre anduviste, como Antonio Machado, ligero de
equipaje: la guitarra, el morral de poemas y la mano de Sol sobre
el sol tu mano.
Ligero de equipaje…Siempre, Alí, como el que siempre está
llegando y partiendo. Está partiendo de un pueblo y está llegando
a otro pueblo. A todos los pueblos que te oyeron cantar y te vieron
soñar. Y soñaron contigo y soñaste con ellos.
Si el poeta Alberto Rojas Jiménez, en la dolida oda de Pablo
Neruda, “viene volando”. Tú, Alí nuestro que está en el pueblo,
vienes cantando.
Otro poeta del pueblo, Aníbal Nazoa, citó a JuliusFusik,
aquel que escribió sobre la alegría y la vida Al pie del Patíbulo.
Lo citó para definirte en arte y corazón: “No hay vida sin canción,
como no hay vida sin sol”.
Y tu pueblo dice: el sol que nos alumbra. Y la voz de Sol
Mussett, tu compañera de vida y voz, que nos canta tus sueños, tus
insomnios y tus días con sus soles y sus amaneceres.
Bien que dijiste: “Yo amarré los recuerdos al árbol de la noche
y fui en busca del sol..”
En esa búsqueda, te oyeron los caminos, las montañas y los
ríos. Viajaste en el viento. Te oyeron las muchachas de los pueblos
indígenas, y nuestros campesinos de los llanos y los páramos.
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