Page 16 - Yo quiero ser como ellos
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ANTONIO JOSÉ DE SUCRE
ATRAVIESA LOS SIGLOS
Cuando leemos el hondo poema de Mario Benedetti, “El Sur
también existe”, cuando lo escuchamos declamado por el mismo
comandante Hugo Chávez, se agiganta ante nosotros la imagen
de Antonio José de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho, hijo de
esta tierra, hijo de esta ciudad que allá en la campaña del sur del
continente, en noches de soledad y soledumbre, lo hacía exclamar
con nostalgia: ¡Ay Cumaná, quién te viera!
Y nos viene su imagen atravesando los siglos porque ese Sur
que canta Benedetti y recita Chávez, ese Sur más acá o más allá
de las utopías, el Sur de Rafael Correa y Evo Morales, el mismo
Sur de Lula Da Silva, Dilma Rousseff y Cristina Kirchner, ese Sur
del dolor y el sueño de Pepe Mujica, este Sur existe para todos
nosotros y para las generaciones venideras, gracias a la espada y al
genio militar de Antonio José de Sucre, bien llamado Libertador
Nuestroamericano.
Y nos preguntamos: ¿Qué se le puede decir a los cumaneses
de un cumanés, para mayor dificultad, el más grande de todos y el
de mayor gloria? ¿Qué se le puede decir de la mar a un marinero?
¿Qué se le puede decir de las olas y la atarraya a un pescador?
¿Qué de las lejanías? ¿Qué de los horizontes? ¿Qué de la luna llena
y las mareas? ¿Qué de los naufragios y de los puertos sin faro?
Los ancianos aconsejan, en estas encrucijadas, escribir
primero lo que se va a decir, no se vaya a repetir cosas ya escrita.
Pero es peor el trance de escribir sobre héroes y próceres. La pluma
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