Page 107 - Yo quiero ser como ellos
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Para el poeta, los planetas extrañan la guitarra. Es ella la que
alumbra la noche. Y en Alirio Díaz es un periplo que alumbra
desde las noches de serenata en su aldea, el acompañamiento a
músicos populares en la radio de Trujillo, hasta los conciertos,
desde el primero en Europa, en el Ateneo de Madrid en el año
1952, y los que ya no cesarían en los escenarios más prestigiosos
del mundo. Esa guitarra que lo hace merecedor de premios
internacionales y condecoraciones, del Premio Nacional de
Música, del Premio Internacional de Cultura Gabriela Mistral
otorgado por la Organización de Estados Americanos, del
doctorado Honoris Causa de la Universidad de Carabobo, de ser
nombrado “Comendador de la República Italiana” y recibir la
“Cittadinanza Onoraria”, de Alessandria.
Una modesta carta, una esquela de manos de don Chío
Zubillaga, dirigida al entonces Secretario privado del gobernador
del estado Trujillo, Luís Beltrán Guerrero, dibuja el periplo, el largo
y arduo recorrido del niño campesino que dejó atrás el conuco y
el arado sin tan siquiera imaginar, que con su guitarra cautivaría al
mundo. Escribe don Chío, por el año 1942:
“Tengo mucho gusto en presentarle al portador, el joven Alirio
Díaz. Este muchacho es del pueblo nuestro, nieto de un prócer liberal,
don Manuel María Díaz, en quien la democracia tuvo un campeón
de lucha doblado en venerable figura de patriarca. Díaz ama la
música con pasión viva y a ella se inclina vocativamente, pero no
sabe ni siquiera una nota. Pretende ir a aprender allá, en donde
creo que existe una escuela, pero de todos modos lo recomiendo al
Maestro Laudelino, para que le proporcione alguna enseñanza. Díaz
promete mucho, aunque como les digo no sabe del arte, técnicamente,
ejecuta por fantasía la guitarra y hace en este instrumento unos solos
que creo se podrían presentar en cualquier concierto.”
“Como este joven que es sumamente pobre, aspira conseguir
trabajo en la Radio. se lo recomiendo a Don Pedro para el efecto.
Ayúdelo usted también con él, y si logra estarse en ese medio, cuyo
ambiente fue siempre tan propicio a la cultura musical, puede ser
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