Page 79 - Vida ejemplar de Simón Bolívar
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LOS ExPLOTADORES DE BOLíVAR


               Venero de pensamiento, concepto, enseñanza útil es la vida de
            Bolívar. Extraerlos de ella para el aprovechamiento de los pueblos
            americanos, es darles genuina aplicación, la que Bolívar aprobaría
            si viviese, pues él se dio al bien de América.
               No es esta la única forma de explotación de la gloria y el
            nombre de Bolívar. Hay la explotación indigna en provecho
            de intereses menudos. Formas burdas de explotación mercantil.
            Prácticos y aventureros invocan la gloria de Bolívar aun para
            las más rastreras combinaciones del petardo. Cualquier chato
            representante de los más inferiores estratos de la intelectualidad
            se diputa embajador bolivariano y pronuncia la palabra mágica
            a cuyo conjuro se abren las puertas de los establecimientos de
            cultura, las salas de conferencias, a veces hasta las puertas del
            Panteón, las de las cajas fuertes y los bolsillos recelosos. Venir “en
            nombre de Bolívar” es conquistar honores y proventos. ¿Quién ha
            extendido la credencial? Nadie lo preguntará. “Viene en nombre
            de Bolívar”. La palabra surte su efecto mágico. El procedimiento
            es fácil y seguro.
               Se explota la gloria de Bolívar con libros de baratija. Basta
            espigar en los predios de nuestros tradicionistas. Recoger aquí
            y allá falsas anécdotas, chismes de irresponsables y componer
            libros donde se “penetra hondo en el alma del Libertador”. Las
            aventuras amorosas del Héroe suministran espléndida materia
            de mercería. El compilador se cuida bien de decir sus fuentes de
            información. Obtiene excelente éxito de venta y de fama. Se le
            citará luego entre los más eminentes investigadores e historia-
            dores de Bolívar.
               A un nivel más alto y excusable, otros se agarran a las faldas
            de la casaca del Libertador para colarse tras él en el templo de la
            gloria. Anhelan formar en el cortejo de los grandes cometas boli-
            varianos. Estos al menos, cuando son circunspectos, dejan algo
            para el bien colectivo. Pájaros de la huerta bolivariana, expropian
            la fruta para su propia ventaja, pero esparcen la semilla.




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