Page 76 - Vida ejemplar de Simón Bolívar
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Vida ejemplar de Simón Bolívar
sobre la actividad de los hombres y sobre los hombres mismos.
Por una fecha, por una palabra, por un golpe de escena, por una
combinación de teatrillo, se sacrificaron reales ventajas, bienes
efectivos.
Guardamos, sin embargo, motivos legítimos de orgullo.
Tuvimos y tenemos reales valores. Solo que la hipérbole indis-
criminada, el elogio falso o desmedido, la embriaguez de las
palabras, nos ha hecho desconfiados. Allí reside la razón de una
desgracia nacional contra la cual debemos reaccionar con energía
varonil. La duda de nosotros. Tanto se ha exagerado, tanto se ha
atropellado la medida, tanto se ha aplicado a lo que vale y a lo
que no vale igual elogio, que la opinión general desorientada ha
concluido por defenderse de engaños con la coraza de la duda.
Fuerza es reaccionar contra la vaciedad de las palabras y no
pensar más que por vacías se las lleva el viento. Vacías y todo,
están pesando con peso que agobia sobre el destino nacional.
En particular, las escritas. Las palabras implican responsabilidad,
tanto como los hechos. No podremos pensar en hechos de auste-
ridad y justicia, mientras no pongamos austeridad y justicia en
las palabras.
Bolívar encabeza una revolución que sacude la sociedad colo-
nial de extremo a extremo. Revolución cruenta en la que se han de
sacrificar ventajas inmediatas a ventajas remotas. Su verbo es el que
toca a semejante revolución. Fulgurante, coloreado, poblado de
impulsos. Excepcional como las circunstancias, excepcional como
el caudillo, excepcional como la empresa. Los tiempos de hoy
piden lengua ponderada. Se requiere devolver a la palabra el crédito
perdido en años de especulación verbal. Tornará la confianza en
las palabras cuando advirtamos detrás de ellas la idea, y detrás de
la idea, la acción.
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