Page 323 - Todo César: Panorama de vida y obra
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322 Selección de ensayos y artículos
la vernácula. Por arriba, desde la clase y castas dirigentes, fluirán también el decidirán la suerte del país en los campos de batalla, conducida por el señorío
escolasticismo y el culteranismo barroco. La base está echada. El medio geográ- criollo.
fico, la realidad histórica donde despuntan ya las luchas y aspiraciones de los Cuando ese proceso de integración cultural llegaba a su maduración, sobre-
criollos en oposición a los privilegiados peninsulares, el sentido de formar parte vino, precipitado casi por los acontecimientos mundiales, como eclosión lumi-
de un nuevo mundo continental, unido todo esto al anhelo de independencia, nosa, el movimiento independentista. Once años de cruenta guerra, al principio
de liberación, latente en las desposeídas masas indígenas cuyo paso de sobera- de los cuales un terremoto abrió una brecha dolorosa de ruinas y desolación en
nía sobre estas tierras no estaba tan lejano, fue determinando el sentimiento importantes ciudades, provocaron un colapso en el movimiento cultural; sobre
nacional. Por ello, cuando las capas más pudientes de los criollos se ponen en todo menguó considerablemente el aporte que a él daban las masas populares.
contacto directo o indirecto con el pensamiento de vanguardia europeo, orien- El cambio de mano de muchas, si no de casi todas las propiedades rurales, de
tado ya por los enciclopedistas hacia la liquidación definitiva del absolutismo manos de peninsulares o criollos realistas a las de los más connotados criollos
real y de los restos del feudalismo, acogen con entusiasmos las nuevas ideas y las republicanos, sin que mediara transformación económica alguna, en relación al
van haciendo suyas, y como que ven en ellas estímulos para su naciente naciona- problema feudal de la tierra y su explotación, señaló el comienzo de la depau-
lismo y medio para alcanzar la liberación de la península y poder administrar peración del agro. El campo, ya bastante abandonado a causa de los años de
para sí únicamente las vastas tierras y su población de indios, negros y pardos. guerra, vio menguar más y más su demografía a medida que las luchas de parti-
La cultura universal, pues, orientada por el racionalismo, entra a influir, enri- dos, iniciada la era republicana, ensangrentaban al país sin beneficio alguno
queciéndolo, en el proceso gestatorio de la cultura venezolana. para las masas rurales y el incipiente proletariado urbano. El éxodo comenzó
Ya en Oviedo y Baños adviértese el despunte de ese sentimiento nacional a hacerse crónico. Con ese desplazamiento humano comenzaron a dispersarse
fuertemente arraigado a la tierra, al paisaje, a las costumbres sociales. Es ese también no pocos valores culturales innatos a esos grupos de población. Cogi-
sentimiento el que lo lleva a historiar. El amor a la patria que ha adoptado, que dos ellos en pleno desarrollo, su mengua y extinción fue fácil. Ya el aporte popu-
en sí es uno de los valores morales de la cultura, lo lleva a hacer historia, la que lar y telúrico al ritmo cultural venezolano se agostaba, también se producía la
también es otro valor de la cultura. Ésta, con su matiz nacional, está en marcha. desvinculación entre los grupos cultos y las masas. Aquellos, y muy particu-
Y es con Bello, por su voz poética primero, que fluye buscando ya hacerse larmente sus sectores jóvenes, sufrieron igualmente una como disolución al no
expresión perenne y propia, el espíritu nacional uniforme, y donde ya se han ver alcanzados sus sueños, y derivaron hacia el romanticismo, tomando enton-
fundido el popularismo hispano, el primitivismo indígena, el barroquismo ces a Europa como abrevadero. La economía nacional, que hubiera podido ser
cultista y el humanismo enciclopédico. José Ángel Lamas ha mostrado ya el ampliamente desarrollada a raíz de la independencia, de transformarse a fondo
fondo místico y musicalmente lírico de un pueblo que está mirándose ya a sí su estructura agraria, inició su descenso. Nada se hizo, por otra parte, para
mismo, y buscando su alto destino. El pensamiento mirandino es el puente que, incrementar el desarrollo industrial en las ciudades. El renglón de importación
en lo político, lo ha ligado al proceso de lucha universal. comenzó a crecer. Unísonamente se comenzó a nutrir el espíritu nacional con
Y es Bello, precisamente, quien nos muestra la identificación del proceso civilización también importada. Los poetas no cantaron ya a la fecundidad de
político y cultural con la tierra, con el agro: “Salve oh fecunda zona…”. El cacao, la zona tórrida con la esperanza de Bello sino con la melancólica musicalidad
el café, el añil, el tabaco, sustentan la economía de Venezuela, aun Capitanía del pájaro que ve venir la tormenta y siente nostalgia por los buenos tiempos. Y
General. No es por casualidad, pues, que son exaltados por la poesía, ideali- sobreviene entonces la Guerra Federal, las masas campesinas se ponen de pie tras
zados. Representan –para las clases dirigentes– la realidad dorada y el futuro de indefinidos ideales reivindicativos, mas sin conductores verdaderamente liga-
promisor. A la sombra de la agricultura y la cría, viven también su proceso de dos a ellas, sin lazos con el proletario urbano, conducidas más bien –con excep-
desarrollo las grandes masas, y con ellas el folclore y el arte popular. Son ellas ción de Zamora– por elementos ligados a las oligarquías criollas, cumplen solo la
las que van construyendo el cancionero vernáculo. Y son ellas también las que dramática jornada para hacerles el juego a un grupo de caudillos y feudatarios,